Va a ser que no.....
¿Por qué
dejé de ser un terapeuta cognitivo y no me apunto a la moda cerebro-centrista?
(revisable y ampliable…)
Juan José
Ruiz Sánchez. Psicólogo Clínico de la USMC de Úbeda. 21-6-2016
Hace muchos años estaba convencido de la necesidad de detectar y
corregir las cogniciones y creencias disfuncionales de los clientes detrás de
sus dificultades emocionales y relacionales. No era un mal planteamiento y
con el conseguí, supongo que como todos los colegas, éxitos y fracasos. Pero
después de mucho leer, contrastar experiencias y estudiar los presupuestos
filosóficos de este modelo…observé importantes limitaciones y aún potenciales
problemas y sesgos ideológicos con implicaciones para mi trabajo diario. Aquí
algunas de mis conclusiones:
(1) Parte de que los problemas
psicológicos derivan de un fallo interior a nivel mental (esquemático,
actitudinal, etc) sin aclarar en la mayoría de los casos de que experiencias
vitales derivan tales fallos, y poniendo en lugar de esas experiencias, que son a la postre las verdaderas causas, lo “mental” como sustituto intermedio.
(2) Exceso de internalismo intrapsiquico
que muchas veces sesga lo relacional o lo ve como secundario al cambio
cognitivo, como si ambas realidades fueran separables no se sabe cómo.
(3) Alianza sospechosa con el modelo
medico diagnóstico donde para los mismos “trastornos” existen los mismos déficits
cognitivos o neurocognitivos, como si la etiquetas diagnósticas reflejaran una
realidad constrastable más allá de las meras descripciones y convenios
clasificatorios arbitrarios, además de alimentar
el modelo de enfermedad (aunque fuera minimalista como psico-bio-social).
(4) Ignorancia de que la
actividad cognitiva, como toda actividad es funcional y finalista y que
lo que llamamos distorsiones y creencias erróneas son en realidad intentos de
adaptación con unas finalidades o funciones que son las verdaderas causas de
las mismas.
(5) Que el control cognitivo redunda en
la eliminación muchas veces imposible a
largo plazo de experiencias emocionales o mentales con el mensaje de moda
reiterado hasta la saciedad de que para llevar una mejor vida debes cambiar tus
pensamientos, creencias y experiencias emocionales erróneas o disfuncionales
entrando en una batalla interminable con ellos, perdiendo el horizonte
valorativo de la persona y ensañándose con esas experiencias en
vez de aprender a cambiar la función de las mismas, aceptarlas y aprender a
vivir con ellas mientras nos movemos hacia aquello que nos importa y valoramos.
(6) Relevancia de la forma y los
contenidos cognitivos (topografías) sobre las funciones relacionales en los
contextos donde ocurren las mismas (funciones) perdiendo de vista la
interactividad de la experiencia humana, con el efecto de “logomaquia” (juego de
palabras) de que con las clasificaciones de distorsiones de procesamiento
explicamos la conducta sin llegar a explicar cómo se generan esas supuestas distorsiones y su papel relacional
salvo el inmediato de la relación forzada pensamiento-sentimiento-conducta.
(7) Entender y primar que los problemas
psicológicos suceden en el fondo en las cabezas de la
gente más que en la vida de las mismas; anteponiendo las hipótesis intrapsiquicas
o neurocognitivas a los problemas de las vidas de la gente donde nacen y se
mantienen.
(8) Fundamentación derivada del idealismo
platónico, cartesiano o constructivista kantiano con el efecto dualista de los
dos mundos, el mental y el material, con todos los problemas derivados del
dualismo al que actualmente se pretende sustituir con la nueva moda
reduccionista neurocientífica de que “todo está en el cerebro”. Esto
conlleva posicionar a los consejeros/terapeutas a escuchar a la enfermedad e indagar en
supuestos déficits más que a la escucha empática y la comprensión del papel de esos problemas en
las vidas de sus clientes
Los apartados 2,4,5 y 7 son mi vida desde los 17-18 años.
ResponderEliminar¿Y que tal te va con eso 99Nights, que dice tu experiencia?
EliminarPues no muy bien. ¿Podríamos hablarlo por mensajes privados?
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBienvenido al gremio conductista. Un saludo desde México.
ResponderEliminarGrcias, pero que muy a gusto que estoy en este gremio, jajaja
EliminarMe encanta tu forma concisa de explicar los déficit de la terapia cognitiva tradicional. Aunque las terapias de tercera generación tambien son cognitivas además de condutuales, funcionales, relacionales y contextuales. No crees?
ResponderEliminarGracias Victor. Depende de lo que entienda por cognitivo si es dualista o no.
EliminarCuánto tiempo siguiendo sus pasos, ahora que me oriento hacia el conductismo, me es grato saber que puedo seguir teniéndolo de maestro. Saludos.
ResponderEliminarGracias Gabriela, pero nsobre todo observe su experiencia más que mis palabras. Un cordial saludo.
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