viernes, 28 de septiembre de 2018

DATOS DEL HEXAFLEX DE UNA MUESTRA DE 50 PACIENTES AL AZAR, ATENDIDOS EN LA USMC DE ÚBEDA JAÉN EN 2018


                                      -PROCESOS DE FLEXIBILIDAD PSICOLÓGICA-




                                               -PROCESOS DE INFLEXIBILIDAD PSICOLÓGICA-







Los datos son que de los 6 aspectos del Hexaflex, valorados por la Escala de Chantry, los dos con más puntuaciones de inflexibilidad, son en este orden:

1º-DESCONEXIÓN CON EL MOMENTO PRESENTE

2º-FUSIÓN COGNITIVA

sábado, 22 de septiembre de 2018

TRADUCCIÓN DE ESTUDIOS BASADOS EN LA EVIDENCIA DE LAS TERAPIAS DE GRUPO EN TRASTORNOS POSTRAUMÁTICOS. AGPA (Ruiz, 2018)





Fuente original:



·         Trauma / PTSD
Tratamiento grupal de traumas y trastornos relacionados con el estrés

• El trastorno de estrés postraumático (TEPT) se refiere al surgimiento de síntomas después de la exposición a factores estresantes que abruman a una persona habilidad para hacerle  frente

• Estos factores estresantes consisten en desastres naturales como inundaciones y la violencia humana como ocurre en el asalto sexual, la guerra y el combate, abuso infantil, violencia de pareja, desplazamiento forzado de casa, ataques terroristas o accidentes graves.

• El TEPT se manifiesta como síntomas en cuatro áreas de grupos: evitación (como adormecimiento psicológico), hiperactivación, cogniciones negativas y estado de ánimo y volver a experimentar (por ejemplo, flashbacks y / o pesadillas).

• Las intervenciones grupales para tratar el TEPT comenzaron en el contexto de La Segunda Guerra Mundial cuando era necesario tratar a un gran número de soldados sufriendo de lo que entonces se denominó "shock de concha" o "neurosis de guerra". 

Desde entonces, tanto una base de datos de investigación prometedora como una amplia clínica las observaciones ofrecen apoyo para la eficacia y efectividad del grupo terapia para el TEPT.

• En su reciente metanálisis de estudios de investigación, Sloan, Feinstein,Gallagher, Beck y Keane (2013) concluyen que los tratamientos grupales son asociado con una reducción significativa del estrés postraumático antes y después del tratamiento gravedad del síntoma

• Una riqueza acumulada de evidencia basada en la práctica (Buchele & Spitz, 2000, Kingsley, 2007, Klein y Schermer, 2000) como se define en la introducción a esta sección, de manera similar da fe de la efectividad del grupo intervenciones para el tratamiento de individuos traumatizados.

En las últimas dos décadas se han desarrollado varios enfoques grupales diferentes para tratar el TEPT. Una conceptualización primaria de estos diferentes enfoques ha sido categorizarlos como "centrados en el trauma" o "concentrados en el presente" (véase Classen et al., 2011).

• Los tratamientos grupales centrados en el trauma apuntan al procesamiento traumático de recuerdos y experiencias.

• Los grupos enfocados en el presente exploran cómo los síntomas afectan la corriente funcionamiento psicológico e interpersonal

• Enfoques centrados en el trauma y centrados en el presente para tratar los TEPT son igualmente efectivos (Benish, Imel, y Wampold, 2008; Burlingame, Strauss y Joyce, 2012).

Además de esta distinción conceptual, los tratamientos grupales para el TEPT también se han diferenciado por las escuelas de psicoterapia que guían el trabajo y los principios subyacentes que se piensa que afectan el cambio terapéutico. Hasta la fecha, se ha obtenido la evidencia de investigación formal más sólida para las modalidades cognitivo-conductuales (Bolton et al., 2004; Zang et al., 2014), particularmente: 1) terapia de procesamiento cognitivo (véase Alvarez et al., 2011; Chard et al., 2012; Monson et al., 2006); 2) Terapia de exposición (Barrera, et al., 2013; Castillo, et al., 2012; Mott, et al., 2013; Ready et al., 2012; Resick et al., 2002; Smith et al., 2014) y 3) Terapia enfocada en trauma (Greene, et al., 2014; Karlin et al., 2010; Schnurr et al., 2003).

Se cree que estos tratamientos funcionan principalmente a través de procesos de desensibilización y el desafío de las creencias y suposiciones patogénicas subyacentes, aunque se necesita mucha más investigación para comprender mejor los mecanismos de cambio subyacentes implicados en estos tratamientos.

Además de los modelos cognitivo-conductuales, se ha informado que una gama de otros tratamientos grupales es clínicamente efectiva, incluida la psicodinámica (Foy et al., 2001; Kingsley, 2007), interpersonal (Campanini et al., 2010; Ray y Webster, 2010 ), de apoyo (Foy et al., 2001) y grupos multifamiliares (Kiser et al., 2010; Sherman et al., 2011).


¿Con qué tipos de factores estresantes y síntomas parecen ayudar los tratamientos grupales?

El tratamiento en grupo se ha utilizado para ayudar a las personas que han experimentado una amplia gama de factores estresantes. Se ha obtenido cierta evidencia empírica para el tratamiento grupal exitoso para las personas que han experimentado los siguientes factores estresantes:

• Abuso sexual infantil (Chard, 2005);
• Guerra y combate (véase Cox et al., 2014; Creamer et al 2006; Khoo et al.
al., 2011);
• Desplazamiento forzado desde el hogar (Drozdek, 2014);
• Violencia sexual (Bicanic et al., 2014; Karlsson et al., 2014).

La investigación (Burlingame, Strauss y Joyce, 2013) también ha demostrado que las terapias grupales pueden ayudar con una variedad de síntomas inducidos por el estrés, que incluyen: hiperactivación, reexperimentación, evasión / entumecimiento, depresión, autoestima, ira y ansiedad , culpabilidad, falta de asertividad, déficits en el funcionamiento social, uso de sustancias, riesgo de VIH y duelo.

¿Cómo ayudan estos grupos a las personas?

Se han propuesto varios mecanismos de cambio terapéutico, que incluyen técnicas específicas (p. Ej., Desensibilización, desafío de creencias y pensamientos patógenos) y factores terapéuticos comunes, como la universalidad. Prácticamente todos los enfoques grupales enfatizan la importancia de crear una "matriz de curación" segura y protectora (Klein y Schermer, 2000) donde la unión con otras personas que comparten una experiencia traumática puede proporcionar una sensación de sentirse profundamente comprendido, ayudando a restaurar un sentido de confianza en el mundo y contrarrestar los sentimientos de alienación y aislamiento.

¿Los tratamientos grupales son efectivos para tratar el trauma masivo? Se han realizado muchos esfuerzos para utilizar el tratamiento grupal después del trauma en masa (p. Ej., Klein y Phillips, 2008).En su mayor parte, se informa que estos esfuerzos benefician a los sobrevivientes; los estudios más rigurosos y definitivos son difíciles de realizar en el campo después del evento y a menudo plantean cuestiones éticas complejas.

Si bien es muy prometedor, la literatura exige un trabajo adicional, tanto mediante investigación formal como observaciones clínicas astutas, para comprender de forma más completa cómo los grupos benefician a las personas traumatizadas (véase Ford et al., 2014). Es necesario abordar no solo las preguntas sobre los resultados (p. Ej., ¿Mejoran los miembros del grupo y de qué manera?), Sino también los procesos subyacentes que median el cambio en diversos entornos, poblaciones clínicas diferentes y problemas clínicos variables.

Bibliografía:

Alvarez, J., McLean, C., Harris, A. H. S. Rosen, C. S., Ruzek, J., & Kimerling, R. (2011). The comparative effectiveness of cognitive processing therapy for male veterans treated in a VHA posttraumatic stress disorder residential rehabilitation program.  Journal of Consulting and Clinical Psychology, 79, 590-599. http://dx.doi.org/10.1037/a0024466

Barrera, T.L., Motta, J.M., Hofsteina, R.F., & Tenga, E.J.(2013). A meta-analytic review of exposure in group cognitive behavioral therapy for posttraumatic stress disorder. Clinical Psychology Review, 33, 24-32.  http://dx.doi.org/10.1016/j.cpr.2012.09.005

Benish, S., Imel, Z. E., & Wampold, B. E. (2008). The relative efficacy of bona fide psychotherapies of post-traumatic stress disorder: A meta-analysis of direct comparisons. Clinical Psychology Review, 28, 746–758. DOI:10.1016/j.cpr.2007.10.005.

Bicanic, I., de Roos, C., van Wesel, F., Sinnema, G., van de Putte, E. (2014). Rape-related symptoms in adolescents: Short- and long-term outcome after cognitive behavior group therapy. European Journal of Psychotraumatology, 5, 1-8.

Bolton, E., Lambert, J., F., Wolf, E. J., Raja, S., Varra, A. A., & Fisher, L. (2004). Evaluating a cognitive-behavioral group treatment program for veterans with posttraumatic stress disorder.  Psychological Services, 1, 140-146.  http://dx.doi.org/10.1037/1541-1559.1.2.140

Buchele, B. & Spitz, H (Eds.) (2000). Group interventions for psychological treatment of trauma.  New York: American Group Psychotherapy Association

Burlingame, G., Strauss, B. & Joyce, A. (2013).  Change mechanisms and effectiveness of small group treatments.  In M.J. Lambert (Ed.), Bergin & Garfield’s Handbook of psychotherapy and behavior change (6th Ed.). New York:  Wiley.

Campanini, R.F.B., Schoedl, A.F., Pupo, M. C., Costa, A.C.H., Krupnick, J.L., & Mello, M.F. (2010).  Efficacy of interpersonal therapy-group format adapted to post-traumatic stress disorder: An open-label add-on trial. Depression and Anxiety, 27, 72-77. DOI:  http://dx.doi.org/10.1002/da.20610

Castillo, D.T., C’de Baca, J., Qualls, C., & Bornovalova, M.A. (2012). Group exposure therapy treatment for post-traumatic stress disorder in female veterans. Military Medicine, 177, 1486-1491.

Chard, K. M. (2005). An evaluation of cognitive processing therapy for the treatment of posttraumatic stress disorder related to childhood sexual abuse. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 73, 965-971.  http://dx.doi.org/10.1037/0022-006X.73.5.965

Chard, K.M., Schuster, J.L., & Resick, P.A. (2012) Empirically supported psychological treatments: Cognitive processing therapy. In J. Gayle & D. Sloan (Eds.), The Oxford handbook of traumatic stress disorders (pp.439-448). New York: Oxford University Press.

Classen, C. C., Palesh, O. G., Cavanaugh, C. E., Koopman, C., Kaupp, J. W., Kraemer, H. C., Aggarwal, R. & Spiegel, D. (2011). A comparison of trauma-focused and present-focused group therapy for survivors of childhood sexual abuse: A randomized controlled trial.  Psychological Trauma: Theory, Research, Practice, and Policy, 3(1), 84-93.  DOI:10.1037/a0020096

Cox, D. W., Westwood, M. J., Chan, E. K. H., Kivari, C., Dadson, M., Zumbo, B. D. (2014). Evaluation of a group intervention for veterans who experienced military-related trauma.  International Journal of Group Psychotherapy, 64, 367-380.  http://dx.doi.org/10.1521/ijgp.2014.64.3.367

Creamer M, Elliott P, Forbes D, Biddle D, & Hawthorne G. (2006). Treatment for combat-related posttraumatic stress disorder: Two-year follow-up. Journal of Traumatic Stress, 19, 675- 685.  http://dx.doi.org/10.1002/jts.20155

Drožđek, B., Kamperman, A. M., Tol, W. A., Knipscheer, J. W. &  Kleber, R. J. (2014). Seven‐year follow‐up study of symptoms in asylum seekers and refugees with PTSD treated with trauma‐focused groups.  Journal of Clinical Psychology, 70, 376-387.  http://dx.doi.org/10.1002/jclp.22035

Ford, J. D., Fallot, R. D., & Harris, M. (2014). Group therapy. In C. Courtois, & J. Ford (Eds.), Treating complex traumatic stress disorders: An evidence-based guide (pp. 415-440). New York, NY: Guilford Press.

Foy, D.W., Eriksson, C. B., & Trice, G. A.  (2001). Introduction to group interventions for trauma survivors. Group Dynamics: Theory, Research, and Practice, 5, 246-251. DOI:  http://dx.doi.org/10.1037/1089-2699.5.4.246

Greene, L.R., Harpaz-Rotem, I., Sanders, K.A., MacGregor, K., Wheat, A. Dorflinger, L., Klee, A. & Bullock, J.  (2014).  Group treatments within the Department of Veterans Affairs:  An update. In J. DeLucia-Waack, C. Kalodner, & M. Riva (Eds.), The handbook of group counseling and psychotherapy (2nd Edition).  Thousand Oaks, CA: 
 Sage.
Karlin, B., Ruzek, J. I., Chard, K. M., Eftekhari, A., Monson, C. M., Hembree, E. A., Resick, P. A., & Foa, E.B.  (2010).  Dissemination of evidence-based psychological treatments for posttraumatic stress disorder in the Veterans Health Administration.  Journal of Traumatic Stress, 23, 663-673. DOI: 10.1002/jts.20588.

Karlsson, M. E.; Bridges, A. J.; Bell, J., Petretic, P. (2014). Sexual violence therapy group in a women's correctional facility: A preliminary evaluation.  Journal of Traumatic Stress, 27, 361-364.  http://dx.doi.org/10.1002/jts.21911

Khoo, A., Dent, M. T., & Oei, T. P. S. (2011).  Group cognitive behaviour therapy for military service-related post-traumatic stress disorder:  Effectiveness, sustainability and repeatability. Australian and New Zealand Journal of Psychiatry, 45, 663-672.  http://dx.doi.org/10.3109/00048674.2011.590464

Kingsley, G. (2007).  Contemporary group treatment of combat-related posttraumatic stress disorder. Journal of the American Academy of Psychoanalysis and Dynamic Psychiatry, 35, 51-69.

Kiser, L.J., Donohue, A., Hodgkinson, S., Medoff, D., & Black, M.M. (2010). Strengthening family coping resources: The feasibility of a multifamily group intervention for families exposed to trauma. Journal of Traumatic Stress, 23, 802-806. DOI:  http://dx.doi.org/10.1002/jts.20587

Klein, R. H. & Schermer, V. L. (Eds). (2000). Group psychotherapy for psychological trauma.  New York: Guilford Press

Klein, R.H. & Phillips, S. (Eds). (2008). Public mental health service delivery protocols: Group interventions for disaster preparedness and response, New York: American Group Psychotherapy Association

.Monson, C. M., Schnurr, P. P., Resick, P. A., Friedman, M. J., Young-Xu, Y., & Stevens, S. P. (2006). Cognitive Processing Therapy for Veterans With Military-Related Posttraumatic Stress Disorder. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 74, 898-907.  http://dx.doi.org/10.1037/0022-006X.74.5.898

Mott, J.M., Sutherland, R.J., Williams, W., Lanier, S.H., Ready, D.J., & Teng, E.J. (2013).  Patient perspectives on the effectiveness and tolerability of group-based exposure therapy for posttraumatic stress disorder: Preliminary self-report findings from 20 veterans. Psychological Trauma: Theory, Research, Practice, and Policy, 5(5), 453-461.  DOI:  http://dx.doi.org/10.1037/a0029386

Ray, R. & Webster, R. (2010). Group interpersonal psychotherapy for veterans with posttraumatic stress disorder: A pilot study. International Journal of Group Psychotherapy, 60, 131-140.  DOI: http://dx.doi.org/10.1521/ijgp.2010.60.1.131

Ready, D. J., Sylvers, P., Worley, V., Butt, J., Mascaro, N., Bradley, B. (2012). The impact of group-based exposure therapy on the PTSD and depression of 30 combat veterans. Psychological Trauma: Theory, Research, Practice, and Policy, 4, 84-93. http://dx.doi.org/10.1037/a0021997

Resick, P. A., Nishith, P., Weaver, T. L., Astin, M. C., & Feuer, C. A. (2002). A comparison of cognitive-processing therapy with prolonged exposure and a waiting condition for the treatment of chronic posttraumatic stress disorder in female rape victims. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 70, 867-879.  http://dx.doi.org/10.1037/0022-006X.70.4.867

Schnurr, P., Friedman, M., Foy, D., Shea, M. T., Hsieh, F. Y., Lavori, P. W., …Bernardy, N. (2003). Randomized trial of trauma-focused group therapy for posttraumatic stress disorder: Results from a Department of Veterans Affairs cooperative study.  Archives of General Psychiatry, 60(5), 481-489.  http://dx.doi.org/10.1001/archpsyc.60.5.481

Sherman, M.D., Fischer, E.P., Sorocco, K., & McFarlane, W.R. (2011). Adapting the multifamily group model to the Veterans Affairs system: The REACH program. Couple and Family Psychology: Research and Practice, 1, 74-84.  DOI:  http://dx.doi.org/10.1037/2160-4096.1.S.74

Sloan, D. M., Feinstein, B. A., Gallagher, M. W., Beck, J. G., & Keane, T. M. (2013) Efficacy of group treatment for posttraumatic stress disorder symptoms: A meta-analysis. Psychological Trauma: Theory, Research, Practice, and Policy, 5(2), 176-183.  http://dx.doi.org/10.1037/a0026291

Smith, E.R., Porter K.E., Messina, M.G., Beyer, J.A., Defever, M.E., Foa, E.B., & Rauch, S.A., (2014).  Prolonged exposure for PTSD in a veteran group: A pilot effectiveness study.  Journal of Anxiety Disorders, 30(C), 23-27.  DOI:  doi: 10.1016/j.janxdis.2014.12.008

Zang, G., Song, Z., Zhao, Y. (2014). Review of group cognitive behavioral therapy for posttraumatic stress disorder. Chinese Journal of Clinical Psychology, 22(3), 560-563.       



TRADUCCIÓN DE ESTUDIOS BASADOS EN LA EVIDENCIA DE LAS TERAPIAS DE GRUPO EN TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS. AGPA (Ruiz, 2018)







·         Fuente original:

Psicoterapia grupal y trastorno por uso de sustancias
• Cerca de 9 millones de estadounidenses tienen problemas con el uso de sustancias; la gran mayoría de las personas con problemas de consumo de sustancias no buscan tratamiento.

• La prevalencia de consumo de alcohol, bebida y conducción por menores de edad, cocaína y el consumo de tabaco ha disminuido ligeramente en los últimos diez años (NIH, 2013), mientras que el uso y abuso de marihuana ha aumentado (NIH, 2013).

• La psicoterapia grupal es el enfoque de tratamiento más común para ayudar a las personas con trastornos por uso de sustancias y ofrece oportunidades para que las personas participen, aprendan, crezcan y cambien (SAMSHA 2013; Washton, 2014).

• Si bien no todos se recuperan, la psicoterapia grupal parece ser un modelo eficaz y poderoso para abordar estos desafíos (Broekaert, Autrique, Vanderplasschen, y Clopaert, 2012; Burlingame, Strauss, y Joyce, 2013; Blanco, 2012; Witkiewitz, Steckler, Gavrishova, Jensen, y Wilder, 2012).

• Clientes que se comprometen a la prevención de recaídas después del cuidado a largo plazo programas, como la psicoterapia de grupo de prevención de recaídas, parecen tienen muchas más posibilidades de recuperación sostenida (NIH, 2013; SAMSHA, 2013).

Si bien la mayoría de las investigaciones sobre el Trastorno por consumo de sustancias (SUD) examinan la psicoterapia individual y las intervenciones psiquiátricas, la psicoterapia grupal es el tratamiento más utilizado para enfrentar estos desafíos (Washton, 2014). Los costos de tratamiento y las listas de espera se han identificado como obstáculos para el tratamiento de abuso de sustancias. La terapia grupal brinda oportunidades para que los médicos trabajen con muchas personas a un costo reducido para el cliente y otras fuentes de financiamiento. El tratamiento grupal para los SUD también proporciona muchos beneficios que lo hacen potencialmente superior al tratamiento individual: (1) apoyo de pares de otros con desafíos similares;(2) aliento de los compañeros, resolución de problemas y orientación; (3) desarrollo de habilidades y práctica in vitro; (4) instilación de la esperanza al experimentar el éxito de los demás; (5) universalidad y aislamiento reducido al ayudar a combatir la vergüenza por la adicción (Flores, 2011).

Una variedad de enfoques grupales se han utilizado y demostrado ser efectivos con personas que abusan de sustancias, incluidos modelos de tratamiento grupal cognitivo-conductual, psicoeducación, proceso interpersonal y experiencial (p. Ej., Psicodrama, terapias de arte expresivo, aventura al aire libre) (Burlingame, Strauss , Y Joyce, 2013). Las investigaciones preliminares también muestran resultados muy favorables para los enfoques grupales más recientes basados ​​en la atención plena como la Terapia del comportamiento dialéctico (Dimeff y Linehan, 2008), la Prevención de recaídas basadas en la conciencia plena (Bowen, Chawla y Marlatt, 2010) y la Reducción del daño (Denning & Little , 2011).

Las tasas de éxito general para el tratamiento SUD siguen siendo moderadas. Mientras que algunos informes estiman una tasa de éxito cercana al 50 por ciento en múltiples estudios, otros critican estudios previos por falta de datos longitudinales y rigor cuestionable (White, 2011), y sugieren que las tasas de éxito probablemente sean menores. La investigación de resultados es un desafío para interpretar debido a las diferencias en los objetivos del tratamiento, como el uso reducido o menos peligroso versus la sobriedad sostenida.

Desde una perspectiva general, la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) entregada en el formato de psicoterapia grupal tiene la evidencia más sólida de éxito. La teoría es que la TCC funciona para ayudar a los clientes a desarrollar autocontrol al aprender nuevas estrategias de afrontamiento para lidiar con antojos y desencadenantes, analizar los beneficios y detrimentos del abuso de sustancias y construir patrones de conducta positivos para apoyar las elecciones de vida saludables (McHugh, Hearon y Otto , 2010). Muchos modelos de grupos CBT contemporáneos incluyen cantidades crecientes de elementos del proceso interpersonal, particularmente en las últimas etapas del tratamiento. Agrupe los elementos dinámicos que parecen tener un impacto positivo en los resultados, incluido un sentido de cohesión grupal, estructura de grupo clara, aprendizaje de la experiencia de los demás y retroalimentación interpersonal (Flores, 2011).

La investigación contemporánea del tratamiento del grupo SUD se ha movido hacia una mayor especificidad. Los estudios examinan la droga específica de abuso (por ejemplo, alcohol, cocaína), poblaciones específicas (p. Ej., Adolescentes, atletas universitarios, asiáticoamericanos, refugiados afganos), la presencia de problemas comórbidos de salud médica o mental (p. Ej., Depresión, enfermedad crónica dolor, trastorno límite de la personalidad) y otras variables demográficas (género, raza, estatus socioeconómico). Sin embargo, esta especificidad es importante ya que una perspectiva de "talla única" no aborda por completo la complejidad del camino único de recuperación de cada individuo.También se ha demostrado que aumentar el conocimiento multicultural y adaptar la teoría de grupo a la historia cultural, las necesidades y los valores de cada cliente aumenta el éxito del tratamiento (SAMSHA, 2013; Washton, 2014).

En la práctica clínica actual, muchos líderes de grupo atienden a individuos con una variedad de antecedentes demográficos y diagnósticos dentro de un solo grupo. La mayoría de los líderes también incorporan métodos y ejercicios desde múltiples perspectivas. A menudo, el enfoque y enfoque del grupo SUD depende de la etapa de recuperación. En las primeras etapas del tratamiento, la mayoría de los líderes trabajan con intervenciones cognitivas y conductuales, pero luego se alienta a los clientes a examinar más pensamientos distales y patrones relacionales que pueden mejorar aún más los sentimientos de auto comprensión y autodominio (Hopper, Kaklauskas y Greene, 2008) .Independientemente del enfoque de tratamiento, varios factores clave del cliente se han asociado con resultados exitosos, incluida la motivación del cliente para el cambio, la gravedad de la dependencia o abstinencia, comorbilidad médica o psiquiátrica, estados afectivos negativos, fortalezas o limitaciones cognitivas y factores económicos y sociales ( Ciraulo, Piechniczek-Buczek, & Iscan, 2003; NIH, 2103).

Para el clínico de grupo contemporáneo basado en evidencia que trabaja con trastornos por uso de sustancias, se pueden hacer varias sugerencias. La finalización de una ingesta extensa parece ayudar a guiar el tratamiento. Es esencial recopilar información sobre el historial de vida y consumo de sustancias de cada cliente, los apoyos y desafíos sociales actuales e históricos, las condiciones comórbidas, el nivel de motivación, la cosmovisión cultural y los objetivos personales. Estos datos ayudan a enmarcar una estrategia de tratamiento orientada a las necesidades específicas de cada cliente (Kleber, et al., 2006; Witkiewitz, Steckler, Gavrishova, Jensen y Wilder, 2012). Como en cualquier grupo, ayudar a los clientes a entender cómo usar mejor el proceso grupal a través de autorrevelaciones honestas, proporcionar y recibir retroalimentación, y otras formas de involucrarse es esencial para un resultado positivo. Los médicos deben revisar la literatura sumativa para incorporar ideas y técnicas generales, y también consultar artículos recientes sobre poblaciones específicas para tratar mejor a cada individuo en grupos que a menudo son heterogéneos en entornos clínicos.

También se recomienda encarecidamente la supervisión continua e incluso la terapia personal, ya que esta población presenta desafíos para el éxito que pueden afectar la confianza de los clínicos, pueden generar fuertes sentimientos de contratransferencia y exponen al clínico a historias de trauma, fracasos relacionales y sentimientos abatidos ( Forrest, 2001; Yerks, 2012). El profesional especialista en trastornos por abuso de sustancias debe ser realista y positivo.

Bibliografía:

Bowen, S., Chawla, N., & Marlett, G. A. (2011).  Mindfulness-based relapse prevention for addictive behaviors: A clinician’s guide.  New York: Guilford.  http://dx.doi.org/10.1080/1533256x.2012.703917

Broekaert, E., Autrique, M., Vanderplasschen, W. & Clopaert, K. (2010). “The human prerogative”: A critical analysis of evidence-­‐based and other paradigms of care in substance abuse treatment. Psychiatric Quarterly, 81, 227-238. http://dx.doi.org/10.1007/s11126-010-9132-4

Burke, B. L., Arkonwitz, H., & Menchola, M. (2003). The efficacy of motivational interviewing: A meta-analysis of controlled clinical trials. Journal of Consulting and Clinical Psychology, Vol 71(5), 843-861.  http://dx.doi.org/10.1037/0022-006x.71.5.843

Burlingame, G. M., Strauss, B., & Joyce A; (2013). Change mechanisms and effectiveness of small group treatments. In M. Lambert (Ed.) Bergin & Garfield handbook of psychotherapy and behavior change. (6th ed. 640-689).  New York: Wiley & Sons.

Ciraulo D. A., Piechniczek-Buczek J., & Iscan E. N. (2003). Outcome predictors in substance use disorders. Psychiatric Clinics of North America 26(2), 381-409.  http://dx.doi.org/10.1016/s0193-953x(02)00106-5

Dimeff, L. A. & Linehan, M. M. (2008).  Dialectical behavior therapy for substance abusers.  Addiction Science and Clinical Practice. 4(2), 39–47. http://dx.doi.org/10.1151/ascp084239

Dutra L, Stathopoulou G, , Basden S. L., Leyro T. M,, Powers M. B,, & Otto M. W. (2008). A meta-analytic review of psychosocial interventions for substance use disorders. American  Journal of Psychiatry 165, 179–187. http://dx.doi.org/10.1176/appi.ajp.2007.06111851

Flores, P. J. (2011). Addiction as an Attachment Disorder. Lanham, MD: Jason Arronson. http://dx.doi.org/10.1002/9780470713549.ch1

Forrest, G. G. (2002).  Countertransference in chemical dependency counseling.  Boca Raton, FL: CRC Press. 
Hopper, S. J., Kaklauskas, F. J., & Greene, L. S. (2008). Group psychotherapy. In M. Herson & A. Gross (eds.), Handbook of clinical psychology (pp. 647-662). Hoboken :Wiley.

Kleber, H.D., Weiss, R.D., Anton, R.F., Rounsaville, B.J., George, T.P., Strain, E.C., Regier, D. (2006). Treatment of patients with substance use disorders, (2nd Ed.). American Journal of Psychiatry. 163(8):5-82, 2006.  http://dx.doi.org/10.1176/appi.books.9780890423363.149073

McHugh, R. K., Hearon, B. A., & Otto, M. W. (2010). Cognitive-behavioral therapy for substance use disorders. Psychiatric Clinics of North America, 33, 511-525. http://dx.doi.org/10.1016/j.psc.2010.04.012

Moos R. H., Finney J. W., Ouimette P. C., & Suchinsky R. T. (1999). A comparative evaluation of substance abuse treatment: Treatment orientation, amount of care, and 1-year outcomes. Alcoholism: Clinical and Experimental Research, 23, 529—536.  http://dx.doi.org/10.1111/j.1530-0277.1999.tb04149.x

National Institute of Health. National Institute of Drug Abuse. (2013).  Drug Facts: National Trends.  http://dx.doi.org/10.1037/e313552004-006

Ouimette, P. C., Finney J. W.,  Gima K., & Moos R. H. (1999) A comparative evaluation of substance abuse treatment: Examining mechanisms underlying patient-treatment matching hypotheses for 12-step and cognitive behavioral treatments for substance abuse. Alcoholism: Clinical and Experimental Research, 23,545—551.  http://dx.doi.org/10.1111/j.1530-0277.1999.tb04151.x

Simpson, D. D., Joe  G. W.,  Fletcher B. W., Hubbard R. L., & Anglin M. D. (1999). A national evaluation of treatment outcomes for cocaine dependence. Archives of General Psychiatry, 56:507—514.  http://dx.doi.org/10.1001/archpsyc.56.6.507

Substance Abuse and Mental Health Service Administration. (2013).  2013 National Survey on Drug Use and Health.  http://dx.doi.org/10.1037/e438122005-001

Washton, A. M. (2014).  Group Therapy for Substance Use Disorders. In G. Gabbard (Ed.), Gabbard's treatments of psychiatric disorders, 5th Ed. (pgs. 893-906) Washington DC: American Psychiatric Association.

Weiss, R. D., Jaffee, W. B., de Menil V. P. & Cogley, C. B. (2004). Harvard Review of Psychiatry. 12(6), 330-350.  http://dx.doi.org/10.1080/10673220490905723

White, W. L. (2012). Recovery/Remission from substance use disorders: An analysis of reported outcomes in 415 scientific reports, 1868-2011. Philadelphia:  Philadelphia Department of Behavioral Health and Intellectual disAbility Services. http://www.attcnetwork.org/learn/topics/rosc/docs/RecoveryRemissionWW.pdf

Witkiewitz, K., Steckler, G., Gavrishova, A., Jensen, B., & Wilder, M. (2012). Psychotherapies for addiction: Empirically supported interventions for the addiction syndrome. In H. Shaffer, D. A. LaPlante, & Nelson, S. E. (Eds). APA addiction syndrome handbook, Vol. 2: Recovery, prevention, and other issues. (pp. 87-103). Washington, DC: American Psychological Association. http://dx.doi.org/10.1037/13750-004

Yerks, S. (2012) Countertransference Knowledge and Substance Abuse Treatment. Master of Social Work Clinical Research Papers. http://sophia.stkate.edu/msw_papers/106