lunes, 26 de abril de 2021

Esbozo de una propuesta de FAP de Grupo en Psicosis (Ruiz, 2021)

 

Invito al lector a hacer una búsqueda en google o en meta-buscadores (Pubmed por ejemplo) poniendo en español o en inglés  “Psicoterapia Analítica Funcional de Grupo en Psicosis / Esquizofrenia”. Se encontrará, salvo sorpresa, que el resultado es nulo, es decir no hay nada al respecto.


Esto se puede deber a múltiples causas, quizás una de ellas es que muchos modelos de tercera generación, casi con la excepción de ACT,  se diseñaron inicialmente para una gama concreta de dificultades (por ejemplo la DBT para el trastorno de personalidad y otros problemas de descontrol emocional; FAP para problemas interpersonales de “personalidad” o “neuróticos”, otros modelos para problemas de pareja, niños pequeños, etc.). Y también porque sus autores iniciales, ni la inmensa pléyade de seguidores no lo aplicaron a este tipo de problemática. 

Quizás se sume también que la mayoría de las psicosis son tratadas en el ámbito público y no en el privado (de hecho las publicaciones de ACT en Psicosis, y más si son de grupos son desarrolladas en contextos públicos o de colaboración con estos)  porque muchas de las personas que presentan estas experiencias suelen presentar escasos recursos económicos (“hipótesis de la deriva social”) como para costearse las sesiones en privada. 

Sea como sea, y se deba o no a estos u otros factores, FAP en Grupo en Psicosis es inexistente hoy por hoy; a pesar de que otras terapias contextuales inéditas en este campo ya están haciendo sus propuestas aunque por ahora no reúnan mucha evidencia, como el caso de la DBT en Psicosis propuesta recientemente por la estado-unidense Maggie Mullen (2021).

La propuesta que hago aquí de FAP de Grupo  es inicialmente especulativa,  pero comprobable, y parte nuevamente del campo psicoanalítico en parte, como la FAP en general,  que no deja de ser una sinergia de conceptos transferenciales y conductistas radicales, pese a que muchos les resulte aversivo reconocer tal cosa.

Nuestra propuesta es doble, por un lado retomar y re-elaborar las concepciones conductuales en torno a las psicosis, en especial de la esquizofrenia y por  otro tomar, reformulado conductualmente, lo que ofrecen otras terapias de grupos con evidencias en las Psicosis centradas en las relaciones interpersonales.

Anticipo que para los puristas esto será un sacrilegio a la pureza del conductismo radical, eso sí, si solo se nutren de lo que provenga de sus propias filas de nuevo con el argumento de que ellos hacen ciencia y los otros no. Ellos se atribuyen la pureza el resto, está equivocado, un argumento un tanto delirante, porque no decirlo.

La FAP de Grupo tal como se ha venido formulando (Hoekstra y Tsai,  2010) enriquecida con el doble papel actor/director de los miembros del grupo (Ruiz y Ruiz, 2017) puede tomar una importante iniciativa en el campo de la psicosis si articula su hipótesis transdiagnóstica (Ferro y Valero, 2017) de los “problemas de formación de la experiencia del yo”, a través de las “personalidades pre-psicóticas” (con  relaciones de control público/privado “Yo X supersticiosas o mágicas”) junto a  la elaboración conductual fenomenológica de la esquizofrenia  como alteración de la Ipseidad (Pérez Álvarez, 2012).

Curiosamente, y ante la miopía de los que solo leen artículos y libros de sus propias filas, hay evidencias a favor de ciertos modelos psicoanalíticos hispano-finlandeses de grupos en psicosis que trabajan con las relaciones interpersonales (Alanen, 2003; Alanen, De Chávez, Silver y Martindale, 2008; De Chávez, 2011 y Urlic y De Chávez, 2019) y que centran la intervención grupal en que sus integrantes tomen conciencia (insghit) de sus propios problemas en el contexto de grupo con otras personas con estas experiencias en un contexto de relaciones interpersonales para la formación, problematización y terapia de estas experiencias de la identidad personal.

Su hipótesis de trabajo, muy resumida, es que las experiencias psicóticas es una respuesta defensiva-evitadora ante adversidades de la vida que amenazan la experiencia de la identidad personal y que en personas concretas debido a un conjunto de factores, desde su historia personal con experiencias traumáticas, factores biológicos y respuestas del entorno socio-familiar  más o menos invalidantes a estas experiencias la hacen más probables. Nótese la afinidad más allá de los términos empleados (defensas, proyecciones, factores inconscientes, etc.) con las propuestas conductuales en torno a la formación y problemas de la experiencia del Yo.

Este modelo que se denomina de Relaciones Especulares  plantea que las personas con experiencias psicóticas suelen tener un “nivel de insight” personal escaso de sus propios problemas,pero sin embargo son capaces de ver en los otros “la locura” que no ven en  ellos mismos (en los compañeros del grupo). Es decir tienen dificultades para tactar  verbalmente sus propios problemas pero son capaces de tactarlos en otros. Además suelen disociar sus propias experiencias (defensivamente, evitadoramente) para (véase con esa función) evitar en lo posible la angustia o sufrimiento percatado además de construir delirantemente un mundo más ventajoso para ellos; al menos inicialmente.

Mediante la terapia grupal psicodinámica centrada en el “mirroring” (relaciones especulares, inicialmente propuestas por Foulkes) y recorriendo una serie de etapas (moldeamiento conductual  grupal diríamos conductualmente) los miembros del grupo pueden llegar a percatarse mejor (“auto-discriminar”) de su propia disfuncionalidad conductual  y ofrecer alternativas a la misma precisamente desde la mirada/observaciones de sus compañeros, sesión a sesión, en un ambiente de respeto sin invalidación del relato de las propias experiencias psicóticas compartidas donde experimentan que no son tan únicas y especiales (universalidad-normalización) ayudándose unos a otros (altruismo) en ese contexto donde pueden hablar de lo evitado sin castigo (catarsis o audiencia no punitiva).

Todas estas aportaciones, para el autor de estas líneas relevantes, pueden ser re-conceptualizadas desde la FAP de Grupo. Abajo se ofrece un  esbozo de esta propuesta y que si se reúnen las contingencias necesarias se puede llevar a cabo y comprobar su alcance. En futuras entradas se irá desarrollando con más detenimiento esta propuesta.

 



 

Bibliografía:

Alanen, Y.O. (2003). La Esquizofrenia. Sus orígenes y su tratamiento adaptado a las necesidades del paciente. Fundación para la Investigación y Tratamiento de la Esquizofrenia y otras Psicosis.  AEN

Alanen, Y.O; De Chavez, M.G.;  Silver, A-L y Martindale, B. (2008). Abordajes Psicoterapéuticos de las Psicosis Esquizofrénicas. Historia, desarrollo y perspectivas.  Fundación para la Investigación y Tratamiento de la Esquizofrenia y otras Psicosis.  AEN

De Chávez, M.G. (2011). 25 Años de Psicoterapia de Grupo En La Psicosis. Fundación para la Investigación y Tratamiento de la Esquizofrenia y otras Psicosis.  AEN

Ferro, R., y Valero, L. (2017). Hipótesis transdiagnóstica desde la Psicoterapia Analítica Funcional: la formación del yo y sus problemas. Revista Brasileira de Terapia Comportamental e Cognitiva. Vol. XIX. n 3, pp.145-165

Hoekstra, R.; and Tsai, M. (2010). FAP for interpersonal Process Group. In: Kanter, J.W; Tsai, M., and Kohlenberg, R.J. The Practice of Functional Analytic Psychotherapy. Springer

Mullen, M. (2021). The Dialectical Behavior Therapy.Skills Workbook for Psychosis. New Harbinger Publications Inc.

Pérez Álvarez, M. (2012). Razones para Considerar la Esquizofrenia Antes un Trastorno de la Persona que del Cerebro. Curso de Actualización en Psiquiatría. De lo Categorial a lo Dimensional: Problemas Actuales del Diagnostico Psiquiátrico.  Fundación Castilla del Pino. Málaga

Ruiz, J.J y Ruiz Miñarro, I. (coordinadores). (2017). Psicoterapia Analítica Funcional de Grupo. Edual. Almería

Urlic, I.; y De Chávez, M.G . (2019). Terapia de Grupo en las Psicosis. Fundación para la Investigación y Tratamiento de la Esquizofrenia y otras Psicosis.  AEN

 

 

 

 

 

sábado, 24 de abril de 2021

EXPERTO EN PSICOSIS-ITACA 2021- PROMOCIÓN: Vídeo Eparquio Delgado "No estamos locos" (2015)

 


MÁS INFORMACIÓN:

ITACA FORMACIÓN

EXPERTO EN PSICOSIS-ITACA 2021- PROMOCIÓN: Vídeo Terapias de Grupos Contextuales- Entrevista a Juan José Ruiz Sánchez

 


MÁS INFORMACIÓN:


ITACA FORMACIÓN

EXPERTO EN PSICOSIS-ITACA 2021- PROMOCIÓN: Vídeo EFICACIA TERAPIAS con MARINO PÉREZ - enGrama

 


MAS INFORMACIÓN:

ITACA FORMACIÓN

EXPERTO EN PSICOSIS-ITACA 2021- PROMOCIÓN: Vídeo Los secretos de la salud mental, Eduardo Fonseca Pedrero

 



MÁS INFORMACIÓN DEL EXPERTO EN PSICOSIS: 

EXPERTO EN PSICOSIS-ITACA 2021- PROMOCIÓN: Vídeo ACT for Psychosis Recovery, with Eric Morris

 

NOTA: SE PUEDE ACTIVAR SUBTÍTULOS EN ESPAÑOL



MÁS INFORMACIÓN DEL EXPERTO EN PSICOSIS: 

EXPERTO EN PSICOSIS-ITACA 2021- PROMOCIÓN: Vídeo Peter Gøtzsche en Youtube

 



MÁS INFORMACIÓN DEL EXPERTO EN PSICOSIS: 

martes, 20 de abril de 2021

INVENTARIO DE PENSAMIENTOS AUTOMÁTICOS EN VERSIÓN CBT Y EN VERSIÓN ACT (Ruiz y Luján, 1991 y Ruiz, 2021)

Este cuestionario fue elaborado por primera vez en 1991 desde la perspectiva cognitiva de Beck y centrado en la valoración de los contenidos cognitivos y su clasificación en sus distorsiones cognitivas correspondientes. Desde esta perspectiva se ha realizado con el mismo varias investigaciones de análisis factorial y modificación de sus contenidos, su relación con diversos problemas psicológicos; publicaciones que pueden ser fácilmente identificadas buscando desde google "Inventario de pensamientos automáticos Ruiz Lujan pdf"

Con el paso de los años uno de sus autores ha ido modificando su posición teórica pasado de la CBT a las Terapias de Tercera Generación por lo que el mismo cuestionario puede ser reutilizado desde esta nueva perspectiva ya no en relación a la frecuencia de sus contenidos  sino a la relación del sujeto con esos contenidos, si ejercen más o menos control sobre su conducta (grado de fusión). Aquí se presentan ambas versiones para los lectores interesados en investigar con el mismo e incluso usar ambas versiones y extraer interesantes conclusiones relevantes (si las hubiera, claro).




 







jueves, 8 de abril de 2021

LOS CONFLICTOS ENTRE LOS QUE INTERVIENEN EN PERSONAS CON EXPERIENCIAS PSICÓTICAS (Ruiz, 2021)


 


Una cosa es lo que nos cuentan en los libros y otra la realidad. Esto que describo a continuación raramente lo vas a encontrar en un libro sobre intervenciones en psicosis, u otros problemas psicológicos para el caso.

La mayoría de las intervenciones en psicosis se realizan en el ámbito de la sanidad pública y no en la sanidad o instituciones privadas. Esto se debe a múltiples variables psicosociales siendo la más frecuente que las experiencias psicóticas  vayan asociadas a la llamada “deriva social” con niveles de mayor pobreza, deterioro funcional y marginación en las personas con estas experiencias, a pesar de que muchas de estas experiencias que se suelen asociar a la identificación de las psicosis desde el modelo biomédico dominante (para el caso la actividad delirante y alucinatoria) no sean exclusivas de las personas con estas experiencias ni tampoco algo exageradamente infrecuente incluso entre la población llamada “normal”. 

El hecho es que para el modelo biomédico el componente biológico determina esa deriva sin que aporte evidencias para sustentarla más allá de las numerosas hipótesis bioquímicas y la falta consistente y reiterada de los prometidos biomarcadores.

Una alternativa a la anterior narrativa es justamente verlo a la inversa; las malas condiciones de la vida, asociada a múltiples adversidades en la vida de estas personas (incluidas numerosas experiencias traumáticas tempranas) parecen preceder al deterioro funcional relacionado con esa deriva. 

Para ello hay que investigar el pasado biográfico de estas personas y tomarse en serio el relato de lo que cuentan de sus experiencias vividas y no verlo como una mera distorsión o fantasía delusiva asociada a su “enfermedad”. 

Pues bien parece desde este discurso alternativo (y basado en la investigación) que el mismo deterioro en el neurodesarrollo funcional de algunas de estas personas está relacionado con estas experiencias adversas en sus vidas; hablando no de “enfermedad mental” sino de “personas con experiencias psicóticas”, que no es lo mismo ni de lejos; dado que desde  el discurso de la enfermedad el posicionamiento del clínico es jerárquico y en gran parte autoritario (hasta el internamiento involuntario no solo siempre por la peligrosidad sino también por no atenerse a su discurso de conciencia de enfermedad); mientras que desde el discurso de las personas con  experiencias psicóticas (compartido tanto por los modelos contextuales como por la postpsiquiatría) la relación del clínico con estas personas es más horizontal y encaminada a que sea participe de sus proyectos vitales sin imposiciones forzadas.

Ahora bien como veníamos diciendo, al ser las intervenciones mayoritariamente desde los servicios públicos de la salud mental los clínicos se van a encontrar con que las reglas de actuación institucionales van a ir ligadas principalmente al discurso biomédico, los psicofármacos, las intervenciones de ingresos breves en unidades de psiquiatría en las “descompensaciones” y el “tratamiento de por vida con psicofármacos” a menudo en forma de cocteles de más medicamentos que los recomendados por los expertos en psicofarmacología, a menudo con la alianza de las terapias cognitivas conductuales de segunda generación a modo de complemento de las intervenciones psiquiátricas dirigidas a ayudar a la “conciencia de enfermedad” y el “manejo de estresores y entrenamiento en habilidades que descompensan la enfermedad”, contribuyendo directa o indirectamente a reforzar el modelo dominante sobre las experiencias psicóticas.

Pero como la sanidad pública no son centros privados al estilo de instituciones monocromo de tipo cognitivo, sistémico, psicodinámico, contextual, etc…donde todos los clínicos siguen una misma posición conceptual y teórica (como aparece en muchos textos Dios sabe de qué institución privada o de cual pública que logró unificar criterios comunes de manera milagrosa);  sino un crisol de profesionales de diverso pelaje y formación teórica (dependiendo en parte del dominio histórico geográfico de la formación universitaria de distintas perspectivas), nos solemos encontrar en un servicio con una variedad de discursos y perspectivas diversas, aún más entre los psicólogos, y a pesar de la “imposición” del lenguaje DSM/CIE como alternativa al babel de sistemas y referencias. Salvo que haya una presión institucional hacia el modelo medico (lo que se intenta a menudo directa o indirectamente por ejemplo dotando de más recursos para el gasto de psicofármacos), la diversidad está servida.

Imaginemos por un momento que una persona con estas experiencias es atendida en un servicio público de salud mental, que suele ser lo habitual.

Si el servicio de referencia está conformado de psiquiatras y psicólogos que siguen el modelo biomédico (ya sea en su formato psiquiátrico o CBT) no habrá mayores problemas en lo que se le transmite al “paciente”, salvo su invalidación como sujeto de derechos y el forzamiento a someterse a estos discursos jerárquicos.

De otro lado con la mayor incorporación de psicólogos formados en otras perspectivas distintas al modelo médico (ya sean sistémicos, contextuales o psicodinámicos por poner estos casos) o bien psiquiatras con formación postpsiquiátrica se va a generar un conflicto de intereses en esos servicios y luchas de poder que como grupo humano va a afectar también a las personas atendidas en esos servicios. 

Así podemos encontrarnos que en un mismo servicio se le plantee a un “paciente” que tome psicofármacos para tratar su enfermedad mental de base bioquímica, someta sus delirios a pruebas empíricas o deje de luchar con ellos mientras se le refuerza en clarificar y comprometerse con actividades valiosas para este; o en alianzas provisionales entre psicólogos de diferentes perspectivas frente a los psiquiatras, de psiquiatras vs postpsiquiatras, de psicólogos pro modelo biomédico vs modelo no biomédico, etc.

Imaginar a  los “pacientes” y sus familiares en este contexto  de diversidad y la cantidad de discursos y propuestas diferentes que pueden recibir a lo largo del tiempo, discursos y propuestas que pueden llegar a ser contradictorias. 

Las propias instituciones pueden ofrecer mensajes contradictorios y "esquizofrénicos"  productos de ideologías y perspectivas diferentes en pugna por la hegemonia, reflejo a su vez de conflictos  e intereses sociales de base. La psicología (y la psiquiatría) por mucho revestimiento de ciencia que se hagan no es ajena a esta lucha ideológica social.

La mala noticia es que la psicología (y la propia psiquiatría con su conjunto de saberes) y las tecnologías terapéuticas derivadas de estas  no conforman una ciencia unificada sino muchas propuestas de ciencias diferentes, con la dificultad de decantarse por ser una ciencia natural o más bien social (el autor de estas líneas se decanta más por la segunda posición)

La buena noticia es que hay alternativas a los discursos hegemónicos y cerrados que imponen su versión de la “verdad” y acallan las voces de quienes viven estas experiencias, dándole la oportunidad de validarse como personas y decidir sobre sus propios destinos en la vida. Entre estos discursos alternativos están las intervenciones contextuales y las postpsiquiátricas.

Esto habitualmente no lo encontrarás en los libros, pero sin duda es una realidad, salvo que te muevas en la narrativa del discurso dominante sobre la locura de manufactura cerebrocentrista, donde para ti ya estaba todo claro desde el principio, aunque sea a costa de acallar la voz de tus clientes/pacientes, salvo que te den el visto bueno a la “conciencia de enfermedad”.


martes, 6 de abril de 2021

LOS DOS RECURSOS CONTEXTUALES QUE MÁS USO EN LAS CONSULTAS DE SALUD MENTAL PÚBLICA (Ruiz, 2021)

 

Se trata de:

1. Un enmarque de la intervención psicológica (la "racionalidad" de la terapia)

2. Un formato de la Matrix, cuyas preguntas son solo orientativas ( y recambiables) de modo que se pueden usar para hacer análisis funcionales mas gruesos/finos de eventos entre sesiones y de las mismas sesiones in situ como CCRS. Ambas hojas se copian en el anverso-reverso del mismo folio y se usan sistemáticamente en todas las sesiones


Hay que tener en cuenta el contexto de trabajo institucional. En la salud mental pública solemos atender 8 personas por día en consultas de unos 30 minutos, más informes y otras actividades

Espero os sea de utilidad