viernes, 29 de mayo de 2020

PONER "LA SALUD MENTAL" EN EL CONTEXTO MÁS GRANDE DE LA VIDA (BERNARD GUERIN, 2020)




Original en inglés:
https://holisticelephants.wordpress.com/2020/02/24/putting-mental-health-into-the-bigger-life-context/


A continuación se muestra un resumen aproximado de lo que saldrá en mis nuevos libros a finales de este año (ver muy al final). Los primeros dos libros nuevos argumentan (1) Cambiar radicalmente la psicología y (2) Fusionar la psicología con las ciencias sociales, mientras que el tercero aplica todo esto a la "salud mental". Estas tablas a continuación (haga clic) resumen dónde lleva todo esto a ...
Lo más importante para que la gente le quede claro esto es que los comportamientos de "salud mental" son sólo algunas de las maneras en las personas se las apañan con malas (caca) situaciones de la vida, aunque no son las únicas. Son solo los que tienen situaciones intensas de mala vida en las que parece que no hay soluciones posibles, y es difícil observar la mala situación en muchos casos, y cualquier solución alternativa está bloqueada por otras razones. No se originan 'dentro' de la persona ...
Debido a que la persona (y sus terapeutas generalmente) ni siquiera puede ver de dónde surgen las malas situaciones de vida, ha habido una larga historia de atribuir erróneamente los problemas a algo "dentro" de la cabeza, el cerebro o la química de la persona. Todas son ficciones Los problemas están en el mundo si puedes pasar tiempo buscándolos.
La clave desde aquí es:
No intentes "arreglar" a la persona; trabaja en arreglar las malas  situaciones de su vida
Esto frecuentemente requerirá acción social y no solo más conversación
                                  HAGA CLIC AQUÍ

Serie Routledge: Explorando los fundamentos ambientales y  sociales del comportamiento humano.
· Cómo repensar la psicología: nuevas metáforas para comprender a las personas y su comportamiento . Routledge. (2016)
·        · Cómo repensar el comportamiento humano: una guía práctica para el análisis contextual social . (2016)
·          Cómo repensar la enfermedad mental: los contextos humanos detrás de las etiquetas . Routledge. (2017)
·           Convertir la psicología en análisis social contextual . Routledge. (2020)
·            Convertir la psicología en una ciencia social . Routledge. (2020)
·            Convertir la salud mental en acción social . Routledge. (2020



viernes, 22 de mayo de 2020

ARTÍCULO: EL TRATAMIENTO DE LAS ENFERMEDADES MENTALES GRAVES DESDE LA INVESTIGACIÓN EN PROCESOS.(Alonso-Vega, J.; Núñez de Prado-Gordillo, M.; Lee, G. y Froján-Parga, M.X., 2019)








El tratamiento de Enfermedades Mentales Graves desde la investigación de procesos

Conductual, 2019, 7, 1, 44-65


Jesús Alonso-Vega
Miguel Núñez de Prado-Gordillo 
Gladis Lee Pereira
María Xesús Froján-Parga


Resumen

El concepto de Enfermedad Mental Grave (EMG) ha sido desarrollado en el seno del modelo biomédico y ha determinado de forma teórica y práctica las intervenciones psicológicas dedicadas al tratamiento de estos problemas. Desde los inicios del análisis de conducta se han generado evidencias que hacen lícito el abandono de la conceptualización exclusivamente biomédica de las denominadas Enfermedades Mentales Graves. Se ha demostrado que las conductas problema de estas personas pueden ser sensibles a cambios en variables ambientales y se han instaurado diferentes técnicas de evaluación e intervención (e.g., modificación de antecedentes/consecuentes y establecimiento de economías de fichas en contextos hospitalarios). No obstante, el análisis del control verbal que puede ejercer el terapeuta sobre la conducta del cliente, tanto fuera como dentro de sesión, aún sigue siendo una tarea pendiente. El objetivo de este artículo es presentar las aportaciones del análisis de la conducta al estudio y tratamiento de esta problemática, además de poner de relieve la importancia del análisis de los procesos de aprendizaje que ocurren durante la intervención psicológica con personas diagnosticadas de EMG.



viernes, 15 de mayo de 2020

SOBRE LAS 4 CAUSAS DE LA LLAMADA PANDEMIA DE SALUD MENTAL ANUNCIADA. UN ENSAYO CON TINTES CONSPIRO-PARANOICOS (Ruiz, 2020)




Nota: Todo lo que leerá a continuación es un mero ejercicio hipotético. No pretende convencerle de nada, solo es un ensayo para repensar lo que está ocurriendo y lo que nos espera a todos. Además añade algunas notas de que podemos hacer ante esto. También su autor es consciente que en algunos puntos puede ser  una “conspiro-paranoia”, pero sin que ello sea un obstáculo al servicio de repensar todo esto, aunque cada lector llegue a conclusiones distintas a las expuestas.

Cada vez con más insistencia se viene hablando en los medios de comunicación de que la pandemia del coronavirus  genera ya,  y aún más, cuando lleguen las consecuencias  económicas negativas de la misma con la aparición de una pandemia de trastornos mentales, donde los llamados problemas de ansiedad, la depresión y el suicidio serán frecuentes.

Además se dice que la situación de confinamiento prolongado y todas las perdidas socioeconómicas  posteriores dispararán la consiguiente pandemia de trastornos mentales, ya que alterará el equilibrio de las personas.  Esto junto a la exposición de muchos sanitarios y otras personas en primera línea a su vez provocará si o si una gran cantidad de trastornos postraumáticos; duelos sin elaborar en condiciones adecuadas y un largo etcétera.

El mensaje que se está enviando es algo así, resumido esquemáticamente:


(A) Acontecimientos externos negativos estresantes -à(B) Rompe en mayor o menor equilibrio mental (cerebral) previo según la “vulnerabilidad” (resistencia) de cada persona)-à Dando lugar a trastornos mentales ( C)

Es decir se está afirmando que hay dos realidades, una personal, subjetiva, compuesta por una entidad mental o cerebral que supuestamente define la resistencia, resilencia, aguante... de cada cual y unos factores externos que la precipitan o desencadenan.

Pues bien esta es sencillamente la representación del modelo medico vigente de la salud mental, ya sea que se revista de bioquímica o de terapia cognitiva-conductual o como es frecuente de una combinación de ambos, habitualmente en el llamado modelo de los 80-90 de “Vulnerabilidad/Estrés” aún vigente y pujante.

Sin embargo como conductistas radicales somos muy críticos con el anterior modelo, y no por llevarle la contraria, sino por que encubre las cuatro causas que realmente generan esas dificultades en la vida de las personas que después se hacen pasar como trastornos mentales; todo ello siguiendo el análisis aristotélico-conductual (recuerde que para los conductistas Aristóteles fue el primer conductista) que de manera precisa hiciera ya Marino Pérez Álvarez en 2003, y que creemos preciso traer a cuento en esta situación (Marino Pérez Álvarez. Las cuatro causas de los trastornos psicológicos. Editorial Universitas, S.A. Madrid, 2003).

En la concepción original de Aristóteles se busca las causas del ser de las cosas y de su movimiento; es decir de su constitución y de sus acciones, si se trata de seres vivos.

En esta línea a veces se pone el ejemplo de una simple mesa, de que material está hecha, sea de madera, plástico u otro material (la causa material); que modelo o forma adopta esa mesa, ya sea redonda, rectangular, etc. (la causa formal); quién hace la mesa, pongamos el carpintero o una serie de personas en una cadena de montaje con sus herramientas (la causa eficiente) y para que se hace esa mesa, cual puede ser su función, ya sea para comer, leer, poner encima varios utensilios, etc. (la causa final)

Para no ser demasiados tediosos y aburrir en exceso al lector, ese análisis pone el acento sobre de que están hechos los llamados problemas psicológicos (la causa material), quién los hace (la causa eficiente), cómo se forman (la causa formal)  y para qué sirven (la causa final).

Aquí habría que preguntarse sobre las cuatro causas de la pandemia anunciada y a modo de bosquejo podemos señalar los siguientes aspectos:

1-Causa material: ¿De que estarán hechos los llamados problemas de la pandemia de salud mental?

.Según el discurso dominante del modelo medico estos problemas venideros de salud mental estarán hechos de desequilibrios bioquímicos o alteraciones del cerebro o de la mente por causa de estresores como los referidos.

.Desde el punto de vista conductual es la propia persona total  en relación a las circunstancias de su vida la que quedará más o menos ajustada a los cambios en esas circunstancias. Y aún definido de manera más precisa, será la conducta  de esa persona (lo que piensa, siente y hace) en relación a esos nuevos ambientes las que funcionará mejor o peor en ellos.

La diferencia no es baladí, el modelo medico sitúa los problemas en algo interior que se desequilibra, el modelo conductual en la conducta de la persona total respecto a las circunstancias de su vida. 

O sea aquí los problemas están hechos de la relación de la persona con las  circunstancias de su vida y no de  desequilibrios internos, material-cerebral o mental desencadenados por estresores ambientales.

Además esas circunstancias o contextos donde el  mayor o menor acceso a bienes materiales (comida, dinero, trabajo, vivienda por ejemplo) y a soportes relacionales (apoyo de otras personas, cercanía afectiva, ayuda de terceros...) son claves.

Los venideros problemas de salud mental estarán hechos de personas que tienen problemas en sus vidas para acceder a bienes materiales y relacionales no de desequilibrios en sus cabezas. Al cambiar esos accesos las personas se meterán en situaciones que se tornarán problemáticas para ellas. Las intervenciones pues han de apuntar a empoderarlas o ayudarlas a que accedan a esos bienes.  Para empoderarlas es importante que las personas se asocien o agrupen en organizaciones que defiendan intereses comunes.

2-Causa formal: ¿Cómo se formarán el tipo concreto de malestar de la anunciada pandemia mental venidera?

.Desde el modelo medico mentalista dependerá de la estructura de cada sujeto, de la configuración de su cerebro o  mente y de donde es más vulnerable o débil en esa estructura. Es decir pondrán el acento en cómo está hecha cada persona por decirlo así; habitualmente por causas genéticas o biológicas.

.El modelo conductual no desdeña las causas genéticas ni las biológicas como se suele creer, pero las sitúa en un plano de nuevo interactivo del sujeto global con las circunstancias de su vida. No será tanto el circuito o desequilibrio mental interno el que se ve comprometido sino las formas en que las personas han aprendido a través de sus experiencias con determinadas circunstancias de sus vidas en este caso de toda la macro-situación del coronavirus y sus consecuencias reales.

En este aspecto las instituciones sociales desde el gobierno con sus leyes y medidas de control (y la oposición), las instancias religiosas, las formas de atención sanitaria (incluyendo la salud mental pública y privada), las instancias de control económico (públicas y privadas), las formas que emerjan de educación postcoranovirus (familiares e institucionales), tendrán un papel esencial en los formas o modelos de malestar venideros.

Dicho de manera más concreta, las medidas que está adoptando y adoptará el gobierno sobre leyes de ayuda, distribución de bienes y riqueza y sanciones directas mediante las fuerzas de seguridad, el ejército, las administraciones públicas, etc. afectan ya y afectarán de una u otra manera al tipo de malestar o de bienestar de la gente. 

Igualmente la de las otras instituciones referidas sobre lo que considerarán normal, adecuado, desmedido, etc.  Y todo ello sin olvidar el llamado cuarto poder de la prensa y los medios de comunicación (al interés privado o público). Los propios sistemas de salud con sus diagnósticos y clasificaciones harán lo mismo para distribuir el malestar-tipo y los recursos que se le proporcionaran.  

Todo esto generará contingencias o efectos concretos sobre las personas, en unas de una manera y en otra de otra, según su relación con esas circunstancias institucionales sociales concretas.

Evidentemente habrá personas que ya estén sufriendo o sufrirán las consecuencias de todas estas contingencias y sus cambios. Por ejemplo muchos sanitarios que están o han estado en primera fila de atención están o serán afectados por las situaciones vividas y muchas personas pierden seres queridos y bienes materiales, negocios, puestos de trabajo, etc.  Todos estos sufrimientos reales serán clasificados y procesados y se les dará forma y peso según diferentes sistemas diagnósticos que pondrán el acento en el tipo de malestar y no tanto en las nuevas circunstancias que realmente hay que manejar.

Esas nuevas circunstancias no solo lo serán como consecuencia directa de la afectación vírica o socio-económica sino que además serán formuladas mediante conceptos lingüísticos desde las instituciones sociales (entre ellas los propios servicios de salud mental públicos) que definirán su gravedad y el tipo de intervención que precisan. Lo habitual es que lo hagan desde una concepción de los “trastornos mentales” que a la postre está al servicio del modelo medico dominante de la avería interna en la cabeza debida en este caso a circunstancias externas.

Igualmente la prensa, los noticiarios públicos y privados darán lugar a noticias tertulianos y expertos que incidirán una y otra vez en esos trastornos mentales perpetuando el modelo; y quizás reclamando la necesidad de más psicólogos y psiquiatras para atenderla.

Las instancias gubernamentales, las grandes empresas privadas y los efectos económicos también formaran parte esencial de la forma que adopte esa llamada epidemia de trastornos mentales. Por ejemplo si muchas personas son privadas, como lo serán de diversas fuentes de satisfacción y soporte vital (trabajo, ingresos, acceso a otros bienes) la respuesta más esperada será un incremente de los llamados estados depresivos y de ansiedad, amén de suicidios, etc.

Es suma las contingencias que establezcan las  instituciones sociales con poder  serán parte de la causa formal  de esa pandemia.

Los venideros problemas de salud mental pueden referirse a clasificaciones tipos de trastornos en personas individuales y llegar a oscurecer el conglomerado de factores institucionales que ejercerán control sobre las conductas de las personas. Si no se las empoderan para ejercer contra control ante esos poderes  que pueden llegar a centrar su interés más en el beneficio específico de ciertos sectores  o intereses sociales sobre otros, todo quedará en un “es tu problema mental individual”,  y se  seguirá las recomendaciones de lo que se establezca desde ellos.

3-Causa eficiente: ¿Quién hará la pandemia mental venidera?

Según los modelos médicos vigentes la pandemia la harán los desequilibrios en las personas debida al estrés socio-ambiental actual y venidero junto a los efectos propios del coronavirus.

Desde el punto de vista conductual, la pandemia venidera ya le estamos haciendo todos con nuestras acciones cotidianas, pero no en la misma medida y proporción. Los anunciadores de calamidades junto a los interesados en atender a una población afectada de trastornos mentales serán sin duda más protagonistas de ello.  

Posiblemente muchos psicólogos y psiquiatras, junto a instancias de poder concretas que saben que una población sometida a estrés y miedo es más manejable, sean los más interesados; unos por unos intereses (políticos, económicos de poder)  y otros por otros (económicos, de prestigio social , etc.). Ahora bien pueden que muchos de estos actores no hagan esto de manera intencional sino aprendida socialmente dado los roles que se les ha asignado en la sociedad. Darse cuenta de ello es clave. Para ello la labor de muchos psicólogos/psiquiatras y otras personas es cuestionar este “status quo” y ofrecer alternativas al mismo

4-Causa final: ¿Para qué hacer una pandemia de salud mental?

Pues ya hemos contestado, hipotéticamente en parte en el punto anterior. Podemos ampliar un poco más la cuestión.

Aquí entra lo que los psicólogos conductuales llaman análisis funcional de la conducta y lo que otras psicologías llamarían la intencionalidad o propósitos de esta anunciada pandemia; o sencillamente al servicio de qué intereses está.

¿Al servicio de qué intereses puede estar promover la pandemia de trastornos mentales?

Por lo pronto una potencial beneficiaria puede ser la industria farmacéutica tanto la que descubra los fármacos o vacuna contra el covid-19 como aquella que proporcione ingentes cantidades de psicofármacos a la atención de la llamada pandemia de trastornos mentales.  

Otros beneficiarios indirectos, aunque ahora ofrezcan—solo por un tiempo—sus servicios gratuitos, van a ser los propios expertos de la salud mental, o sea muchos psicólogos y psiquiatras que tendrán que atender a una población más empobrecida y abaratar sus minutas si quieren sobrevivir en el sector privado y aquellos privilegiados que atiendan a una población más adinerada.

Muy posiblemente si se le sigue dando forma a esta pandemia de trastornos mentales se pueda convertir en una ola de  demandas además a los servicios públicos de salud mental que se verán claramente desbordados en muchos países, dado el ratio bajo de profesionales, lo que a su vez aumentaría las prescripciones psicofarmacológicas desde los servicios médicos de atención primaria y los de salud mental. 

Evidentemente también puede ser una oportunidad para reivindicar el aumento de profesionales y plantillas, pero en una situación precaria los estados van a tener muchas limitaciones económicas para hacer esto.

Y finalmente otros intereses serán puramente económicos de guerras comerciales entre países donde determinados sectores serán beneficiarios frente a otros más perjudicados en una guerra comercial entre las zonas europeas (y dentro de ella entre diversos países y tendencias políticas en estos), la de Rusia, China y los Estados Unidos; siendo el resto de países más periféricos pero muy afectados por todo esto.

En este posible clima de crispación los discursos extremistas y populistas sean de derechas o izquierdas pueden ser otros de los potenciales beneficiarios dado que arremeterán contra los fracasos de los gobiernos democráticos, auspiciados por el malestar de las personas afectadas y propondrán soluciones totalitarias y centralizadas. Esto debe ser también denunciado si queremos aminorar su influencia.




martes, 12 de mayo de 2020

CÓMO VAMOS A AFRONTAR EL SUFRIMIENTO QUE VENDRÁ

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CÓMO VAMOS A AFRONTAR EL SUFRIMIENTO QUE  VENDRÁ

Estamos a las puertas de una crisis económica sin parangón en las últimas décadas. Ante esta situación, no es difícil predecir que sus consecuencias conllevarán un enorme sufrimiento para muchas personas, especialmente para aquellas que se encuentran en circunstancias que los hacen más vulnerable. Los/as profesionales de la Psicología trabajamos en primera línea y codo a codo con otros/as profesionales para mitigarlo, y es precisamente por eso que hemos visto la urgencia de poner sobre la mesa la necesidad de aportar una forma más útil de entender y abordar ese sufrimiento.

   Hace ya mucho que la Psicología y amplios sectores de la Psiquiatría denuncian la falta de base científica de los denominados “modelos biomédicos” en la práctica profesional y su nula utilidad a la hora de abordar el malestar de las personas. Manuales como el DSM-5 o la CIE-11 tienen como objeto, nunca ocultado, la consideración del malestar individual como trastornos, cuando no enfermedades, para facilitar la gestión sanitaria de estos problemas así como las políticas de aseguradoras, farmacéuticas, etc. Frente a esta perspectiva, es el momento de cambiar la manera en la que consideramos el sufrimiento y los problemas que lo causan y aportar lo que humildemente podamos desde para mejorar la vida de la gente.
1.      Sufrimiento no es igual a patología
     Uno de los asuntos en los que más se ha insistido a lo largo de esta pandemia es en el impacto en la salud mental del confinamiento. Hay posiciones de todos los tipos, desde los más agoreros, que hablan de una “epidemia de traumas”, hasta quienes sostienen que el impacto real será mínimo y que se concentrará en ciertos grupos específicos, concretamente los que han estado en primera línea de atención sanitaria, los que han perdido a familiares y amigos cercanos, los que ya tenían problemas serios de salud mental y los que sufran otro tipo de pérdidas derivadas de esta situación (ruptura de pareja, pérdida y empeoramiento del empleo, etc.)

     Entendemos que la patologización del sufrimiento es un recurso de poca ayuda para quienes sufran las consecuencias durante y después del confinamiento, sino que además puede suponer una doble victimización. La consideración del sufrimiento como algo “patológico” y el uso de etiquetas psiquiátricas distrae de atender a las causas socioeconómicas y laborales que pueden estar detrás de este sufrimiento en muchos casos y dirige la atención a cómo se muestra, convirtiendo esas respuestas en síntomas y abordándolo desde una perspectiva fundamentalmente psicofarmacológica. 

    El objetivo principal de este punto es señalar estos factores contextuales como foco principal de las intervenciones dirigidas a analizar y solventar gran parte de este sufrimiento, sin menoscabo de la necesaria atención terapéutica cuando sea necesario. Si, como vaticinan los economistas, lo que nos encontramos al salir del confinamiento es un déficit económico sin parangón con sus secuelas (desempleo masivo, un estado mermado para atender a las necesidades básicas de la población, además de un gran número de personas que no podrá mantener sus niveles de bienestar), la sola atención a sus consecuencias será tan efectiva como dar analgésicos a quien está siendo apaleado.

2.    A diferentes niveles de problemas, diferentes abordajes

   Siempre es el individuo el que sufre, pero no todas las causas del sufrimiento son individuales ni su abordaje es principal y necesariamente a ese nivel. No se trata de negar la viabilidad y necesidad de una intervención individual, que en muchos casos es y será imprescindible, pero sí de señalar que las causas psicológicas (es decir, individuales) que llevan a ese sufrimiento no pueden ser abordadas con el simple uso de psicofármacos. Para estos casos en los que el sufrimiento se debe principalmente a factores individuales, la intervención psicológica debe ser el abordaje de primera elección. 

    El gran problema que nos legan los modelos biomédicos imperantes en salud mental, principalmente en la Psiquiatría pero también en la Psicología, es que sobreestiman los factores individuales y se centran en la atención a un sujeto atomizado y aislado de otros. El padecimiento mental está fuertemente ligado a las condiciones de vida de las personas y requiere de acciones a niveles supraindividuales para su prevención y reducción. La pobreza, la desigualdad, las condiciones laborales y habitacionales y sus consecuencias directas no pueden convertirse en problemas individuales ni requieren ser intervenidas a título individual. Proteger la salud mental de las personas supone contar con medios materiales que garanticen su calidad de vida.

3.    La Psicología pone sus conocimientos a disposición de la sociedad      

 La eficacia de las intervenciones psicológicas individuales es un fenómeno probado en el que solamente hay que insistir cuando pretende ser sustituida por la psicofarmacología. En este contexto, lo que toca reclamar es que todas aquellas personas que puedan y quieran beneficiarse de este tipo de intervenciones tengan acceso a aquellas de más calidad y mejor fundamentadas. 

  Sin menoscabo de ello, es importante señalar que la Psicología no solo cuenta con conocimientos y procedimientos aplicables a la terapia indidividual y dirigidos a abordar los problemas psicológicos. Buena parte del conocimiento sobre el comportamiento humano puede servir para desarrollar intervenciones grupales, comunitarias y de salud pública que favorezcan conductas saludables y prevengan la aparición de una amplia variedad de problemas colectivos.

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PARA APOYAR EL MANIFIESTO

 Este manifiesto ha sido elaborado de manera independiente por un grupo de profesionales de la Psicología que trabajamos tanto el ámbito público como en el privado y que compartimos una preocupación por la manera en que se va a abordar las consecuencias de la crisis del Covid-19. La firma del manifiesto supone únicamente dar apoyo a las ideas expresadas en el mismo.

Seguiremos recogiendo firmas hasta finales de mayo y el 1 de junio será enviado a los medios con todas las firmas de las personas que lo hayan suscrito. Este manifiesto es TUYO, así que puedes firmarlo, compartirlo y hacer tuyos sus planteamientos y argumentos. Para firmarlo, simplemente sigue el siguiente enlace y rellena el formulario.



Si necesitas ponerte en contacto con los promotores de este documento, escríbenos a esta dirección


viernes, 8 de mayo de 2020

TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO EN LA PRÁCTICA GRUPAL. RAQUEL EDDING. 2020



Terapia de aceptación y compromiso en la práctica grupal
 Rachel Eddins, 2020

Original en ingles:


A. ¿Qué es la terapia de aceptación y compromiso?

La terapia de aceptación y compromiso o "ACT" (pronunciada como la palabra "actuar", sin deletrear sus siglas) es una terapia conductual basada en la atención plena que se enfoca en la flexibilidad psicológica y la participación valorada en la vida.

ACT en pocas palabras se puede resumir como estar presente, abrirse y hacer lo que importa.

ACT recibe su nombre de sus dos mensajes principales: acepta lo que está fuera de tu control personal y comprométete a tomar medidas que mejoren y enriquezcan tu vida.

La aceptación psicológica, los procesos de atención plena y la vida basada en valores ayudan a los clientes a superar los obstáculos para vivir bien.

El objetivo de la terapia no es eliminar ciertas partes de la experiencia de la vida, sino aprender a experimentar la vida más plenamente, sin tanta lucha y con vitalidad y compromiso.

ACT se preocupa por identificar pensamientos, sentimientos, sensaciones e impulsos que actúan como obstáculos para una vida valorada y luego cambiar la función de  nuestra relación con esas experiencias en lugar de cambiar las experiencias mismas (es decir, "deshacerse de").

Esta es la habilidad de aceptación: traer una actitud abierta y voluntaria hacia todas las experiencias internas. No significa resignarse a sus circunstancias o ceder a donde el dolor generalmente lo lleva. Simplemente significa que en lugar de luchar para deshacerse o reducir los pensamientos y sentimientos, son aceptados.

¿Por qué? Porque no pensar en algo es pensar en lo que no querías pensar. (Pruébelo ahora: no piense en el pastel de chocolate). Resistir un sentimiento es tener el sentimiento aún más fuerte.

La apertura a las experiencias internas es importante porque los esfuerzos para evitarlas o controlarlas conducen al sufrimiento a largo plazo. Estas estrategias se conocen como evitación experiencial.

Por ejemplo, un comportamiento adictivo puede servir para "deshacerse" de la soledad o el aburrimiento, pero conduce a una mayor lucha. Del mismo modo, los intentos de deshacerse o evitar la ansiedad o los pensamientos que provocan ansiedad crean más ansiedad. Así como los intentos de evitar el rechazo futuro conducen a una amplificación del papel del rechazo en nuestras vidas, etc. Otra forma de pensar en esto es que ACT ayuda a las personas a aprender a sentir mejor en lugar de aprender a sentirse mejor.

El objetivo de ACT es crear flexibilidad psicológica, que incluye 1) la capacidad de estar psicológicamente presente (es decir, consciente y comprometido con su experiencia), y 2) la capacidad de dirigir su comportamiento mediante valores de vida significativos. Esto se logra a través de seis procesos centrales:

1. Contacto con el momento presente: una habilidad de atención plena acerca de estar completamente comprometido y presente en su experiencia aquí y ahora frente a perderse en pensamientos o tratar de controlar los sentimientos.

2. Aceptación: una habilidad de atención plena para dar cabida a sentimientos, sensaciones, impulsos y otras experiencias privadas desagradables sin defensa.

3. Defusion cognitiva: una habilidad de atención plena para alejarse de los pensamientos (con los que estamos 'fusionados') y observarlos por lo que son, fragmentos de lenguaje, sin quedar atrapados en ellos.

4. Toma de perspectiva / observación de sí mismo: una habilidad de atención plena que implica el contacto con uno mismo como observador para facilitar una distancia saludable del pensamiento fusionado y una sensación de espacio para experimentar lo que es.

5. Valores: aclarar qué es lo más importante, el tipo de persona que quieres ser y las cosas que quieres hacer en tu tiempo en este planeta. Los valores proporcionan motivación, orientación, significado y abundancia.

6. Acción comprometida: comportamiento abierto al servicio de los valores.

En cualquier momento particular, podemos avanzar hacia algo importante para nosotros o alejarnos de algún pensamiento, sentimiento, impulso o sensación corporal no deseada. El objetivo con ACT es avanzar hacia una vida significativa, incluso si eso significa dejar espacio para sensaciones, emociones, pensamientos e impulsos incómodos o desagradables. Esto no es fuerza de voluntad, sino intención consciente.

ACT ha demostrado su eficacia con una amplia gama de condiciones clínicas tanto en contexto individual como grupal.

ACT es un tratamiento efectivo para los trastornos alimentarios, trastornos de ansiedad, psicosis, dolor crónico, control de la diabetes, problemas de uso de sustancias, depresión y otros. 

También hay un rango de flexibilidad en la entrega de ACT. En mi propia práctica grupal, incorporo elementos de ACT con conceptos apropiados para la población con la que trabajo. Todos los componentes del modelo ACT son apropiados para la aplicación grupal. 

Los clientes aprenden los conceptos de ACT de una manera experiencial, en lugar de intelectualmente, a través de metáforas y ejercicios experienciales. 

Este enfoque experiencial también es lo que le otorga a ACT un tratamiento efectivo e impactante en el entorno grupal.

B. Aplicación de ACT en un contexto grupal

ACT puede ser bastante efectivo cuando se aplica en el contexto grupal. Un grupo es un terreno fértil donde es probable que ocurran la evitación experiencial, la fusión y la desconexión de los valores, los objetivos de ACT.

El entorno grupal puede proporcionar oportunidades para ayudarse entre sí, estando presente a la experiencia emocional y vulnerabilidad a través del apoyo de los demás.

Un cliente en un grupo reciente declaró que estaba dispuesta a estar presente con sentimientos incómodos en el grupo debido a la seguridad y el apoyo.

Aprender de las experiencias y reacciones de los demás ante un ejercicio experiencial puede ser muy poderoso y útil para los miembros del grupo que luchan con un concepto, emoción o necesidad en particular. También puede proporcionar la validación y el coraje para aquellos que experimentan vergüenza y dolor emocional.

La acción comprometida es un componente clave de ACT. El contexto grupal puede ser útil para fomentar la motivación para llevar a cabo el compromiso. Es más probable que se cumplan los compromisos hechos en público.

B.1. Reglas del grupo

Se aplican muchas de las normas grupales descritas típicamente en una sesión grupal inicial.

Se alienta a los clientes al principio a que tengan la intención de que esta experiencia funcione.

Se reitera el compromiso de presentarse al grupo.

Puede ser difícil recapitular una experiencia experiencial poderosa que el grupo puede haber compartido juntos.

Una regla adicional es la de "no rescatar". No rescatar significa permitir que otros miembros tengan sus sentimientos sin tratar de resolverlos. Establecer esto como una norma grupal antes de tiempo permitirá a los miembros tener en cuenta el objetivo de la flexibilidad psicológica frente a la evitación experiencial o "no sentir lo que estás sintiendo". También ayuda a evitar enviar el mensaje de que alguien es demasiado frágil para abrirse a su experiencia emocional.

B.2. Formato y estructura del grupo

Los grupos pueden enfocarse en un tema específico como la ansiedad o en temas  heterogéneos.

Una forma común de estructurar un grupo es comenzar con un ejercicio de atención plena. El objetivo no es la relajación, sino más bien el desarrollo de habilidades.

También puedo hacer un movimiento consciente (meditación en movimiento) o un ejercicio de alimentación consciente como ejercicio inicial.

Si bien uso la alimentación consciente con talleres emocionales para ayudarlos a reducir los problemas de ingesta alimentaria y estar presentes con la comida y el cuerpo, también cumple la función de aprender a relacionarse con los cinco sentidos frente a los pensamientos y sentimientos internos.

Las habilidades de atención plena también se pueden usar en el proceso grupal al salir del tema, por ejemplo. El terapeuta puede pedirles a los participantes que disminuyan la velocidad, que los guíen nuevamente al momento presente a través de un escáner corporal y luego noten lo que aparece.

El registro puede mantenerse en la experiencia sensorial aquí y ahora y en los compromisos previos realizados.

En un grupo nuevo, generalmente hay un breve componente didáctico para introducir conceptos básicos, discusión grupal y un ejercicio experiencial. Una vez que se han introducido los conceptos básicos, el componente didáctico no es necesario.

El resto de un grupo ACT se parece mucho a la terapia grupal tradicional. A través del proceso y la discusión, se alienta a los líderes del grupo a incorporar el proceso del grupo interpersonal en las conversaciones sobre aceptación, atención plena y valores.

Los ejercicios experienciales también se pueden introducir o incluir en un grupo de proceso de psicoterapia tradicional. Cuando el procesamiento se centra alrededor de un componente ACT particular o los miembros del grupo participan en comportamientos de "alejamiento", un ejercicio experiencial podría ser útil.

De manera similar al procesamiento aquí y ahora, los ejercicios experienciales dan vida a los patrones centrales y permiten a los miembros del grupo ponerse en contacto y experimentar aquello sobre lo que a menudo pueda estar pensando.

Después de cada ejercicio, procese la experiencia (es decir, "¿qué notó?" O "¿qué partes fueron difíciles / fáciles?").

Tenga cuidado con análisis como me gusta / no me gusta o explicaciones. Si se dan vuelva a pedir que experimentaron no que opinan.

 Los ejercicios experienciales se pueden encontrar en todos los textos de ACT.

También se alienta a los clínicos a utilizar y desarrollar sus propios ejercicios consistentes con ACT. ACT no es un enfoque manualizado.

El proceso grupal tradicional y el trabajo en el aquí y ahora es importante en los grupos ACT al igual que en los grupos tradicionales.

Un apego excesivo a los pensamientos de uno, quedarse en el pasado o en el futuro y aferrarse a historias sobre quién es trabajan  junto con la evitación experiencial y la desconexión de los valores para crear sufrimiento.

Esto requiere que los miembros del grupo miren más allá del contenido para descubrir lo que sucede dentro y entre ellos. Podrían notar lo que sus mentes están diciendo sobre la discusión, observar qué sentimientos se suscitan en respuesta a los miembros de su grupo y considerar qué comportamientos interpersonales podrían servir mejor a sus valores.

Por ejemplo, podría sugerir, "si se encuentra demasiado concentrado en evaluar a otros miembros del grupo, hágase esta pregunta, ¿de qué sirve esto para mí?" El "procesamiento" también puede ser, en ocasiones, una función de evitación experiencial en lugar de simplemente reconocer y permitir que el cliente "se conecte" a la experiencia inmediata.

Cuando se produce un conflicto en el grupo, puede ser útil dirigir primero al miembro a su experiencia interna. 

En una guía práctica para la terapia de aceptación y compromiso, los colaboradores Walser y Pistorello sugieren preguntar a los clientes, "¿qué está apareciendo en este momento, alguna emoción, pensamiento, evaluación o urgencia?" "¿Hay algo en esta situación que te parezca muy familiar, como si hubieras estado aquí antes?" "¿Cómo interfiere esto con tu vida?" "¿Qué te ha ganado o perdido este tipo de interacción en el pasado?"

Los grupos de ACT son evocadores y traen experiencias emocionales. Tanto el facilitador como el cliente se sientan con una serie de emociones difíciles sin "rescatar" del dolor.

Esto puede ser incómodo tanto para los terapeutas como para los clientes, pero presenciar la vulnerabilidad, la valentía y el coraje para cambiar también es tremendamente conmovedor y gratificante.

Personalmente me siento muy presente y viva en este proceso. Como este modelo de terapia es principalmente experiencial, un terapeuta debe asistir a uno o más talleres intensivos de capacitación ACT antes de incorporar el modelo a sus propios grupos. También ayuda al terapeuta a experimentar lo que le piden a los miembros del grupo, así como a relacionar los ejercicios con la teoría.

Como facilitador, el terapeuta ayuda al cliente a ponerse en contacto con la experiencia directa. La postura del terapeuta no es un observador distante, sino que está dispuesto a estar presente y "presentarse" en el grupo.

Opero desde la postura de "nosotros" frente a "usted", para ayudar a ilustrar aún más que nosotros, los humanos, es decir, todos estamos en el mismo barco, todos juntos.

El terapeuta le habla al cliente desde un punto de vista de igual a igual, vulnerable y compartido, respetando la capacidad inherente del cliente para pasar de respuestas inviables a efectivas.

El terapeuta también puede comprometerse con el grupo al principio, lo que ayuda a modelar los valores y el proceso de compromiso. Por ejemplo, "Mi compromiso es estar completamente presente en este grupo durante todo el tiempo que estoy aquí, estar con ustedes, ayudarlos a hacer una diferencia en su propia vida".

Un ejemplo de ejercicio se enumera a continuación para ayudarlo a darle un sabor a un ejercicio experimental de ACT. 

Nuevamente, es importante haber completado su propio taller experimental ACT antes de usar ejercicios con clientes para ayudarlo a facilitar de manera efectiva.

Los recursos para aprender más sobre ACT se han enumerado a continuación. Este ejercicio está adaptado de una versión proporcionada por ACT Trainer, Jason Luoma. También se ha impreso en varios textos de ACT.

B.3. Práctica experiencial con la aceptación. Un ejemplo: mirarse a los ojos

Este es un ejemplo de un ejercicio ACT tradicional diseñado para facilitar la habilidad de aceptación, aunque tiene elementos de todos los procesos ACT. Antes de facilitar un ejercicio como este, sería importante tener en cuenta los factores del cliente que podrían hacer que este ejercicio sea inapropiado o demasiado difícil. Este también es un ejercicio que se lleva a cabo después de que los miembros hayan establecido seguridad y confianza entre ellos.

Paso 1: diga a los participantes que les pedirá que se dividan en parejas, pero que no lo hagan hasta que se lo indiquen. Este ejercicio será más un desafío para algunos que para otros. Dígales a los clientes que lo que estamos tratando de hacer no se trata de estar cómodos, sino de estar cómodos con nuestra incomodidad. Superficialmente, el propósito de este ejercicio es mirar a otra persona. En un nivel más profundo, se trata de notar las cosas que surgen y se interponen entre usted y otra persona. Vas a tener pensamientos, sentimientos, sensaciones corporales, y es tu trabajo dejarlos aparecer y dejarlos ir. Simplemente mire a la persona frente a usted, sin comunicación, sin hablar. Aquí se aplica la regla de no rescate. Si crees que la otra persona no lo está haciendo bien y tú lo estás haciendo. Solo haz tu trabajo, y ellos harán el suyo.

b) Paso 2: solicite a los participantes que no comiencen hasta que todos estén organizados. Póngalos en pares, uno frente al otro, con las rodillas de una persona entre las otras, tocando su silla. Mencione que es probable que algunos participantes se sientan incómodos, ya que está más cerca que nuestra distancia social habitual.

c) Paso 3: cuando todos estén sentados y quietos, pídales que solo miren a los ojos de la otra persona. Diga: “Cuando se miran a los ojos, solo noten su propia mente y lo que está haciendo. Deja de lado lo que está haciendo tu mente y ve si puedes estar presente con este otro ser humano frente a ti durante unos minutos".

d) Paso 4: después de que haya transcurrido aproximadamente un minuto, diga: "Al mirar a esta persona, observe también que hay una persona que lo está mirando a usted". Esta persona tiene luchas, formas en que se juzga a sí misma y se encuentra fallos. Vea si puede permitirse estar con este hecho. ¿Hay algo que esta persona necesita hacer para ser un ser humano completo y válido en tus ojos?
Vea si puede aprovechar esto como una oportunidad para dejar ir, incluso si es solo por un segundo, las barreras que se interponen entre usted y otras personas. Vea si este no es un lugar seguro donde pueda experimentar eso.
¿Puedes dejar que esta persona te vea, simplemente, atestiguarte?

e) Paso 5: después de unos dos minutos más o menos, pida a los participantes que detengan el ejercicio y vuelvan al círculo.

f) Paso 6 - Informe - Las posibles preguntas incluyen:
¿Cuántas personas tenían ganas de hablar o tranquilizar?
¿Surgió algo con lo que empezaste a luchar? ¿Qué hiciste? ¿Qué pasó? ¿La persona frente a ti desapareció?

Este ejercicio ilustra el beneficio de dejar de lado la evitación experiencial al servicio de nuestros valores, de preocuparse por conectarnos con las personas. Lo que dignificó este ejercicio es que está más allá de algo más que un simple ejercicio. Se trataba de la conexión humana.

C. Más información:
Asista a un taller experimental ACT de dos días
Esta es la mejor manera de aprender los procesos centrales de ACT y experimentar el enfoque. 
Para más información visite
 http://contextualscience.org/act_training.
Lea Get Out of Your Mind, un libro de autoayuda de ACT, y haga todos los ejercicios para obtener un sentido experimental del trabajo. Este no es un sustituto del taller experimental, sino un gran comienzo.

Lea ACT Made Simple: An Easy-to-Read Primer on Acceptance and Commitment Therapy (2009) by Russ Harris.
Lea Acceptance and Commitment Therapy, Second Edition: The Process and Practice of Mindful Change (2011) by Steven Hayes, Kirk Strosahl, and Kelly Wilson.
Lea A Practical Guide to Acceptance and Commitment Therapy for many different chapters with applications to particular settings and disorders.
Lea Acceptance and Commitment Therapy for Anxiety Disorders for perhaps the most accessible ACT work, particularly for people with a CBT background, which shows how to mix ACT processes into a brief therapy for anxiety disorders.
Lea The ACT Matrix for a simplified and practical version of using the ACT model with clients. The ACT Matrix boils down ACT principles into an easy to apply approach.

Consulte la lista de recursos clínicos en constante evolución, incluidos manuales de tratamiento, medidas, grabaciones de audio, en http://www.contextualpsychology.org.
Acerca de la autora
Rachel ayuda a hombres y mujeres a hacer las paces con la comida, la mente y el cuerpo para vivir una vida útil y satisfactoria. Su práctica está impulsada por la compasión y la preocupación por los valores fundamentales de sus clientes. Ella y sus colegas ofrecen regularmente un programa grupal de Make Peace with Food, como orientación, autocuidado, ayuda al perfeccionismo y grupos de mujeres (problemas de conducta en relación con la alimentación y otros). Visite http://eddinscounseling.com para obtener más información.