TERAPIA DE ACEPTACION Y COMPROMISO.
ATENCION PLENA DE LA RESPIRACION Y
METAFORA DEL TUNEL (Ruiz, 2014)
1. Atención plena de la respiración (breve)
Te
invito a que te sientes con tus pies apoyados en el suelo y tu espalda derecha,
y que cierres tus ojos o los fijes en un punto. Trae tu atención a tu
respiración y obsérvala como si fueras un científico curioso que nunca ha visto
la respiración antes… nota el aire mientras entra a través de tus fosas
nasales…y baja hasta el fondo de tus pulmones… y nótala mientras fluye hacia
afuera nuevamente… nota el aire moviéndose dentro y fuera por tus fosas
nasales… cómo es ligeramente más cálido cuando sale… y ligeramente más frío
cuando entra… nota la sutil elevación y descenso de tus hombros… y la gentil
elevación y descenso de tu tórax… y la calmada elevación y descenso de tu
abdomen… fija tu atención en una de estas áreas, dondequiera que prefieras: en
el aire entrando y saliendo por las fosas nasales, en la elevación y descenso
de tu tórax, o en el abdomen...
Mantén tu atención en este punto, notando el movimiento –entrando y saliendo- de la respiración (pausa 20’’) Sean cuales sean los sentimientos, impulsos o sensaciones que surjan, ya sean placenteros o displacenteros, gentilmente reconócelos, como si saludaras con un movimiento de cabeza a personas que están pasando por tu calle… gentilmente reconoce su presencia y déjalos estar… permitidles ir y venir a su antojo, y mantén tu atención en la respiración (pausa 20’’) Sean cuales sean los pensamientos, imágenes o recuerdos que surjan, confortables o incómodos, sólo reconócelos y permitidles estar… déjalos ir y venir a su antojo, y mantén tu atención en la respiración (pausa 20”) De tanto en tanto, tu atención va a perderse cuando seas capturado por tus pensamientos. Cada vez que esto suceda, nota qué te ha distraído, y vuelve a traer tu atención a la respiración nuevamente (pausa 20”) Sin importar qué tanto te vayas, sean cien o mil veces, tu meta es simplemente notar qué te ha distraído y volver a enfocarte en tu respiración… Una y otra y otra vez, te vas a ir en tus pensamientos. Esto es normal, natural y les pasa a todos. Nuestras mentes naturalmente se distraen de lo que estamos haciendo. Cada vez que te des cuenta de que tu atención se ha ido, gentilmente nota que se ha ido, nota qué te ha distraído, y regresa tu atención a la respiración (pausa 20”). Sin importar qué tan a menudo tu atención se vaya, gentilmente reconoce que se ha ido, nota qué te ha distraído y vuelve a enfocarte en la respiración… y cuando estés listo, tráete a la habitación nuevamente y abre tus ojos.
2. Metáfora del túnel:
Imagina que estas completamente rodeado de
montañas. Al otro lado de las montañas está aquello que mas te importa de tu
vida. Para llegar a eso tienes que atravesar las montañas, pero no hay manera
de poder hacer eso. El único camino que existe es un túnel muy oscuro. En la
puerta del túnel hay un cartel que pone “dirección hacia lo que te importa de
verdad”. El problema es que en este caso tú le tienes mucho miedo a los
túneles, y cuando te acercas a la entrada del mismo tu mente te dice: “Aquí
dentro puede haber peligro, no se ve la luz del fondo, no sabes en qué
condiciones está el túnel y que peligros acechan en su interior”. Por si fuera
poco, tu mente que funciona como una radio siempre encendida que no se apaga de
ninguna manera, te sigue contando cosas como: “Tu no eres capaz de atravesar el
túnel, eres básicamente miedoso/a y eres un perdedor/a”. Además cuando te
acercas al túnel te invade la ansiedad y el desánimo, notas como tu corazón se
acelera, sudas, la respiración se entrecorta
y te pones en tensión, experimentando un fuerte impulso a huir y
apartarte del túnel.
El dilema en que te encuentras es el
siguiente: Si sigues lo que dice tu mente, tus sentimientos y las sensaciones
de tu cuerpo te alejas del túnel y entonces no caminas hacia aquello que merece
la pena en tu vida. Si decides a pesar de lo que diga tu mente, tus emociones,
tu cuerpo y tus impulsos; entrar al túnel no te queda mas remedio que “estar
dispuesto/a” a caminar hacia lo que te importa llevando encima lo que dice tu
mente, tus sentimientos, las sensaciones de tu cuerpo y tus impulsos. ¿Qué vas
a decidir tú?
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