EJERCICIO DE DEFUSIÓN:
NUBES EN EL CIELO (Adaptado por Ruiz, 2018)
Cierra los ojos e imagínate que estás tumbado/a en un prado
mirando el cielo donde van pasando una serie de nubes blancas.
Observa que tú estás aquí tumbado en el prado, y las nubes
están allí, a mucha distancia de ti, en el cielo, y como van pasando más o
menos rápido según el viento que las empuje.
Déjate llevar por el movimiento de las nubes, como van
acercándose a tu posición y como terminan alejándose de ti.
Observa cualquier pensamiento que te venga, lo consideres
positivo o negativo aquí y ahora, en el momento presente….y ve situándolo en el
interior de una de esas nubes, como si le pegaras una etiqueta con ese
pensamiento…y haz lo mismo con cualquier otro pensamiento que te venga situándolo
en otras de las nubes, incluido el pensamiento, si te viene, “¿Y esto para qué
me va a servir?”. Alojalos allí en esas nubes…y observa como ellos están ahora
allí a mucha distancia de ti, que estás aquí y ahora tumbado/a en el prado….y observa cómo
se mueven en el cielo…y se van alejando cada vez más de ti, hasta que no se
puede leer lo que pone dentro de la nube.
Nota como tú observas el cielo con sus nubes.
Las nubes están en el cielo, forman parte del cielo, pero no son el cielo azul
de fondo. Los pensamientos están en el cielo de tu mente, forman parte de tu
mente, pero no son toda tu mente. Y más, tú miras el cielo de tu mente, y miras
los pensamientos de tu mente. Tu mente es tuya, pero tú eres más que tu mente,
por lo pronto el/la observadora de tu mente.
Observa como en tu mente, en el cielo van y vienen nubes de
pensamientos que se acercan, se alejan, desaparecen, vuelven a venir, una vez
con nubes más blanquecinas, otras más oscuras, días sin nubes y otros de cielos
encapotados…y tu aquí en el prado observándolas y ellas allí en el cielo
deambulando.
Date cuenta de la distancia entre las nubes de pensamientos allí en el cielo y tú aquí en el prado
observándolas.
Puedes hacer lo mismo con tus mayores preocupaciones
actuales. En vez de evitarlas o tratar de distraerte de ellas, tráela a tu
presencia, tráelas a este momento de observar el prado, y ve poniéndolas en las
nubes del cielo. Obsérvalas allí en el cielo, y tú aquí en tumbado/a en el
prado, como van y vienen, y tú las observas a distancia sin dejarte llevar con las nubes,
ya que ellas tienen su propio movimiento, y tú solo las estás observando aquí.
Ahí a distancia, observándolas, las nubes de tus
preocupaciones, angustias, decepciones, temores…..pregúntante: ¿Qué acciones
puedo llevar a cabo, que me importen, que sean valiosas para mí cuando me doy
cuenta de que mis nubes de preocupaciones son mías, pero yo no soy ellas?
Excelente metáfora cada vez que se lee se aprende algo nuevo en el porque uno es quien toma el control y no los pensamientos, preocupaciones y emociones, ¿Cómo podría aplicarla o adaptarla al campo laboral?
ResponderEliminar