lunes, 29 de junio de 2015

METÁFORA DE LOS ONCÓLOGOS INFANTILES



   


METÁFORA DE LOS ONCÓLOGOS (Ruiz, 2015)



 Imagina por un momento que tú y yo (o este grupo si somos varios) somos oncólogos infantiles.

   Un día más acudimos a nuestro trabajo en este hospital con la finalidad de ayudar a los niños que tenemos ingresados en nuestro servicio y si es posible, aplicando nuestros conocimientos y tratamientos salvarles la vida.

   Algunos conocidos dicen que somos unos privilegiados, que tenemos un buen sueldo y un trabajo fijo. Todo ello es cierto. Pero esa gente no sabe lo duro que es este trabajo.

   De vez en cuando, más veces de la que tu y yo como médicos o enfermeros de estos niños deseamos, nos encontramos ante la terrible situación de verlos deteriorarse, sufrir y morir. Esto realmente es muy duro. No solo le tratamos, sino que llegamos a conocer muy bien a estos pequeños. Hemos compartido con ellos sus esperanzas, sus proyectos e ilusiones, además de su dolor. Verlos tan jóvenes marchitarse nos rompe el alma.

   Y no solo esto, una vez fuera del trabajo, a pesar de que estamos distraídos con otras cosas, cuando vemos a nuestros hijos jugar, divertirse, o a los de los vecinos, no podemos dejar de acordarnos de estos pequeños del hospital, y experimentamos angustia, sensación de opresión unas veces, otras experimentamos desanimo, tristeza y desgana; y si fuera poco nuestras mentes y nuestras ganas nos dicen, ¡vaya mierda de vida y vaya mierda de trabajo!, y nos sentimos impulsados a abandonar este trabajo, a pedir un traslado, a dejarlo……

   Y esta mañana estamos aquí en la sala de reuniones comentando todo esto, lo duro que es…y nos recordamos que elegimos este trabajo no tanto por el dinero necesario y satisfactorio, sino por que nuestra vocación fue elegir disminuir la enfermedades graves del mundo, curarlas o ayudar a llevarlas lo mejor posible. Y además de recordar todo esto experimentamos todo este malestar y dolor.

  ¿Qué vamos a hacer?. ¿Le vamos a hacer un lugar, un hueco a este dolor sin evitarlo mientras seguimos haciendo lo que valoramos o vamos a dejar de venir aquí por que todo este dolor no está empujando a abandonar?