Os voy a pedir que os sentéis por parejas uno frente a otro.
Que os cojáis ambas manos y que os miréis
a los ojos, mientras escuchamos un ejercicio de meditación, por ejemplo el de
la respiración.
Durante este ejercicio es muy importante que no solo estéis atentos/as
al ejercicio de meditación sino también a cualquier sensación, sentimiento o
pensamiento distractor, sea cómodo o incómodo. Observad que os distrae del ejercicio,
tomar cuenta de ello y pausadamente continuad con el ejercicio hasta el final.
Un indicador importante de lo que sucede aquí y ahora son los movimientos de
las manos de aproximación o retirada, la tensión o suavidad en las manos, el
mayor o menor contacto ocular, y si aparece sensación de risa, vergüenza u otro
tipo de incomodidad.
Al final haremos una ronda en el grupo para poner todo esto
en común, y hablaremos si en vuestra vida diaria sucede algo parecido o no.
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