domingo, 22 de noviembre de 2020

¿TERAPIAS DE MANUALES VS TERAPIAS REALES? (Ruiz, 2020)

 



¿TERAPIAS DE MANUALES VS TERAPIAS REALES? (Ruiz, 2020)

 

Exagerando las cosas un tanto o quizás no, podemos decir que sobre el cambio en terapia hay dos grandes posiciones que en cierto modo son complementarias más que antagonistas:

1º-la Psicoanalista que refiere que si no hay cambio en terapia es por la resistencia del paciente (o del terapeuta).

2º-la Conductista o cognitivo-conductual que refiere que si no hay cambio es porque el terapeuta no controla las variables necesarias para ello.

Invito al lector que coja un libro de terapia que tenga en su biblioteca, ya sea conductual o de otra vertiente. Lo habitual es que en el mismo se plantee el cambio en terapia de una forma lineal y progresiva aplicando el análisis y la intervención correcta, ya sea este análisis uno de las estructuras psíquicas psicodinámicas en juego en el conflicto presente (psicodinámico), los niveles cognitivos activados (cognitivos), el análisis funcional de las conductas relevantes problemáticas y objetivos (conductual), los intentos de solución en bucle (estratégico-sistémico); etc…y las intervenciones que se derivan de ello; y todo tras unas cuantas sesiones de análisis donde el cliente permanece en terapia más tiempo que aquel del chiste que salió a comprar tabaco y no volvió a casa.

Por otro lado existen diversos estudios que afirman que la mayoría de los clientes no permanecen en terapia más de cuatro sesiones como media ya sean de ámbito público o privado, bien porque buscan soluciones rápidas, bien porque no tienen más dinero para costearse las sesiones o porqué ya se produjeron cambios dentro o fuera de las sesiones, algunas de ellas ajenas a las planteadas en estas y ya no necesitan venir más; o por que le dieron la siguiente cita muy tarde y ya perdió interes o expectativa de cambio, etc.

Si usted está en el polo psicodinámico o en el conductual que traduce este, pensará que si no hay cambios es porque la historia de aprendizaje o la resistencia del paciente está (o la suya personal) en otros intereses ajenos a los objetivos de la terapia y hay que contar con esto si quiere ver si se puede hacer algo.

Si está usted en el polo conductual la responsabilidad del cambio caerá sobre usted como si controlara al paciente como una rata en una caja de Skinner donde hay que saber que variables mantienen su conducta y actuar sobre ellas. ¿Es usted acaso un semidios en la tierra?. A lo mejor si, y los otros, esos ingratos malignos, no lo percibieron.

¿Pero las terapias sean de un  tipo u otra realmente funcionan así? ¿No tiene nada que ver el estatus económico de los clientes para costearse sus sesiones y otras variables sociales como las instituciones desde donde se ofrecen esas intervenciones su organización, carga de trabajo, tiempo para las sesiones e intervalos para los  seguimientos, etc.?

¿Están los enfoques de AFC, o de otros análisis e intervenciones psicológicas adaptados a esos contextos reales de trabajo? La respuesta es clara, no.

Se le da al estudiante o al terapeuta en formación una serie de habilidades y conocimientos que están muy bien en principio, pero que hay que contextualizar también desde la realidad social. De lo contrario se les esta planteando una "tecnología distorsionada".

Lo habitual si usted trabaja en un medio público al menos, es que la mayoría de los clientes no realicen las tareas asignadas, o que las hagan incompletas o entiendan o usen lo que usted les ofreció a su manera (no hay otra sino esa); y que sin embargo en muchos textos se presenten las intervenciones como proyectos lineales que transcurren impolutos hacia la consecución del cambio.

La realidad es mas tozuda, compleja y desilusionante que la mayoría de los textos de las terapias psicológicas. Los cambios suelen ir en zigzag,  con frecuentes retrocesos, no se publican los casos fallidos, ni los abandonos o deserciones en las terapias por que no venden en un mercado competitivo donde se busca clientela e ingresos económicos traducidos en "prestigio personal" como elemento de marketing y venta del producto, etc.

Así, los textos de terapia se convierten en una especie de regla del buen hacer, y si usted no obtine esos resultados que dicen en esos textos es porque -supuestamente-, no analizó ni controló las variables esenciales o bien no tuvo en cuenta la historia o resistencia del cliente, según la perspectiva de la que parta. 

En esos textos raramente se mencionan otras "variables" sociales, laborales e institucionales, como si las intervenciones se hicieran en un vacio o en una burbuja limitada al espacio de la consulta.

O puede que le hayan contado una historia del buen hacer encaminada  (a la postre un relato o puro cuento) dirigida hacia la venta y promoción económica, de los egos, o de ambos por sus ponentes, que no corresponda con la realidad del trabajo clínico en instituciones o lugares sociales de su trabajo concreto.

Obtenga usted sus conclusiones pisando su suelo. 

Esto es simplemente una reflexión personal en curso y cambiable con el tiempo, o no, según qué circunstancias y acciones en ellas con sus consecuencias me vaya encontrando a lo largo de mi trabajo y fuera de este.

 

 

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