jueves, 18 de enero de 2018

METÁFORA DE LA CHARCA DE LODAZAL




METÁFORA DE LA CHARCA DE LODAZAL (Adaptado por Ruiz, 2018)











Imagina que emprendes un viaje hacia un sitio que para ti es muy importante y valioso; por ejemplo ir a una montaña y conseguir subir a su cima.

Para ello te has hecho de un mapa o tienes un GPS que te indica en qué dirección ir. Te preparas con todo lo necesario para comenzar ese viaje y te diriges hacia ese lugar.

Llega un momento que ves la montaña a lo lejos, ya estás más cerca de ella y eso te satisface.

Al acercarte más a la montaña te sorprendes que a su pié aparezca una charca que la rodea completamente. !Eso no estaba en el mapa ni en el GPS!. !Que mala indicación la del mapa y que GPS más malo te dice tu mente!. !Esto no tenia que estar aquí!. Pero el hecho es que está ahí, ! delante tuya, de tus narices!.

Y por si fuera poco, la charca que rodea a la montaña es un autentico lodazal. Hay barro, mosquitos, suciedad, mucha humedad y hasta mal olor. Tu mente sigue maldiciendo !Esto no tenia que estar aquí!. Pero está ahí, delante de tus ojos, aunque a ti no te guste para nada.

Así que tienes dos opciones. Maldecir, irritarte y marcharte para casa y dejar de lado lo que a ti te importa, o bien llenarte y empaparte de todo lo que lleva meterte en la charca mientras sigues con tu camino hacia lo que te importa que está en lo alto de la montaña; y eso que aún no sabes si en ese camino habrá más obstáculos por descubrir.





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