domingo, 25 de marzo de 2018

ALGUNOS EFECTOS DE COMBINAR LAS TERAPIAS CONTEXTUALES CON LA T.C.C




Es bastante frecuente entre los psicólogos combinar procedimientos de las terapias contextuales de tercera generación con otros procedimientos cognitivos de la  terapia cognitiva, aún más en los defensores de las terapias cognitivas-conductuales.  Estos psicólogos suelen posicionarse en el modelo de vulnerabilidad, que es similar a los modelos médicos en tanto defienden que los problemas psicológicos derivan de averías internas en la cabeza de las personas, ya sea por alteraciones neurofisiológicas (por ejemplo déficit de serotonina), ya sea por creencias personales disfuncionales y distorsiones cognitivas.

Esto es aún mas preocupante, cuando aparece en el caso de los terapeutas de tercera generación, que los hay, que hacen estas "virguerias" 

Desde esa perspectiva las terapias de tercera generación solo añaden nuevos procedimientos para lidiar con esas averías en las cabezas de la gente; y así combinan procedimientos de unas y de otras, tras hacer una evaluación del caso, en las que habitualmente se detectan las distorsiones cognitivas prototípicas del caso en cuestión y se deducen las actitudes disfuncionales a la base (por ejemplo siguiendo el método llamado de la flecha descendente y usando una serie de cuestionarios al respecto, en la versión beckiana de la TCC). Los procedimientos conductuales son formas de poner a prueba las actitudes disfuncionales mediante el contraste de evidencias en contra. 

Esa forma de trabajar se ha mostrado eficaz en muchos casos y de hecho forma parte de las terapias basadas en la evidencia. Hasta aquí nada que objetar, en aras de la evidencia.

El problema es cuando esto no funciona, y hay muchos casos en que realmente no funciona o aparecen numerosas recaídas, y vuelta otra vez a usar procedimientos similares, todo ellos medidos en su eficacia final de manera directa o indirecta mediante la reducción sintomática (p.e mediante el B.D.I) En esos casos, puede que el terapeuta TCC recurra a los procedimientos de la tercera generación o a otras técnicas derivadas de otras terapias, como pueden ser las técnicas estratégicas-sistémicas (esto aparece con frecuencia en los últimos textos por ejemplo de Ellis); o incluso a una reconceptualización de la terapia cognitiva que usa multitud de procedimientos (p.e la Terapia de Esquemas de Young); o incluso a unas propuestas constructivistas alternativas,  que buscan construcciones cognitivas más viables en las vidas de la gente.  Lo cierto es que todos estos procedimientos cognitivos alternativos cuentan con relativa poca evidencia de su efectividad en su lucha con los trastornos mentales y su erradicación.

Estos psicólogos usan de todo para cambiar las cogniciones, porque para ellos los problemas psicológicos son problemas médicos, en el sentido de que son fallos en la cabeza de la gente.

Por lo pronto, y seguramente hay bastantes más efectos, de esta "bonita" (para ellos) combinación:

1-Transmitir a los clientes/pacientes que sus problemas derivan de fallos en sus cabezas y que si la cosa no se arregla es porque el fallo de su cabeza es muy complicado de arreglar o aún la ciencia no dio con la cura para ese fallo interno

2-Todo lo anterior está en las antípodas del contextualismo funcional que mantiene que los problemas psicológicos se generan no por fallos en las cabezas sino por el efecto de las practicas socioculturales sobre las personas en las historias de sus vidas, y que siguiendo a su filosofía de referencia (el conductismo radical y el contextualismo funcional) sitúa la génesis de los problemas y su mantenimiento en el medio ambiente, donde hay que intervenir, y que esos fallos cognitivos son a la postre conductas dependientes de ese medio ambiente y no causas de los problemas psicológicos.

3-La frecuente alianza de la TCC tradicional con los diagnósticos y clasificaciones psiquiátricas, que incluso aparece en sus manuales de referencia y viceversa (los manuales de psiquiatría más actualizados hacen un acopio del arsenal de la TCC para diferentes trastornos)

3-Podemos combinar, desde luego esto y lo otro, argumentando el eclecticismo técnico, pero nuestra forma de relacionarnos con los clientes/pacientes antes o después se va a ver seriamente comprometida bien porque vamos a darles mensajes contradictorios o bien porque vamos a transmitirles al final que sus problemas psicológicos lo son de sus cabezas. Otro efecto habitual es la lucha encarnizada contra el síntoma y la pérdida de un horizonte valorativo en ese trayecto. 


Y todo lo anterior, así por encima, pues puede desarrollarse aún más el asunto

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