domingo, 25 de febrero de 2024

ALGUNAS COMUNIDADES DISCURSIVAS QUE MANTIENEN EL CONCEPTO DE ENFERMEDAD MENTAL (Ruiz, 2024)

 



Entre las comunidades discursivas que alimentan el concepto de enfermedades mentales están las siguientes (y no se agotan en estas):


1-Las organizaciones e instituciones sanitarias biomédicas públicas y privadas más aún si se dedican a las prescripción psicofarmacológica y a los tratamientos psicológicos
basados en la evidencia como punto esencial de sus intervenciones (y amparadas a nivel mundial por la propia OMS)


2-Las organizaciones académicas y universitarias psicológicas que mantienen una concepción cognitiva conductual de las terapias y que a pesar de hablar de evaluación psicológica y/o análisis funcionales toman de referencia en sus textos las categorías y descripciones nosológicas tipo DSM/CIE y formatean desde esta perspectivas a los futuros psicólogos y médicos mientras estudian y se forman en sus instituciones.


3-Las propias organizaciones de "enfermos mentales y sus familiares" que hacen girar su estatus identitario, reclamador y sustentador en torno a conceptos de enfermedad mental.


4-Toda la rama de la industria farmacológica dedicada a tratar las supuestas enfermedades mentales.


5-Estamentos jurídicos que realizan demandas de peritajes de responsabilidad personal en función de presencia o no de enfermedades mentales.


6-Las organizaciones de psicólogos y psiquiatras que mantienen una versión "más light" del concepto de enfermedad mental como "trastornos" supuestamente de origen "bio-psico-social" y que a la postre refieren concepciones de vulnerabilidad de etiología biológica (incluido en esto por ejemplo a la DBT y gran parte de los contextuales).


7-A los defensores de parte (no toda) de la psicología basada en la evidencia o psicología científica que usan criterios nosológicos para probar la eficacia de los tratamientos (de hecho el "termino tratamiento" ya tiene ese sesgo).


8-A gran parte de los medios de comunicación que cuando presentan hechos colectivos o individuales inusuales lo presentan como perturbaciones mentales invitando al experto de turno para que los confirme tautológicamente.


9-La psicologización de los malestares cotidianos que supuestamente vienen a sustituir a la psiquiatrización previa tras el efecto postpandemia mundial y que promueven colegios de psicólogos y estados que a la postre redunda en "personas averiadas" en vez de poner el acento en los aspectos socioeconómicos de desigualdad y precariedad que generan la mayor parte de estos malestares. En esto último somos muchas veces copartícipes los propios psicólogos contextuales mediante nuestros intereses de busqueda de clientelas (aunque se comprenda la motivación financiera sustentadora).





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