miércoles, 29 de junio de 2022

Analistas de conducta centrados en el N=1 y en colectivos sociales como un todo (Ruiz, 2022)

 




Analistas de conducta centrados en el N=1 y en colectivos sociales como un todo

Parece haber una diferencia clara entre analizar la conducta desde un paradigma n=1, donde se considera que la conducta es siempre de un alguien concreto en relación a diversas situaciones y contingencias (lo que sin duda es cierto) ; o considerarla desde la perspectiva de que ese alguien está inmerso a su vez en otros colectivos (grupos, familia, instituciones diversas con diferentes roles, grupos sociales, etc.); y estudiar la conducta de esos colectivos como un todo. Esto no es nada novedoso, ya que hay una extensa tradición del conductismo social ignorada por muchos conductistas clínicos apegados al n=1, que hace análisis conductuales de grupos o colectivos sociales con implicaciones o niveles diferentes a la perspectiva clínica; o sea más social que individual. Ambas perspectivas pueden ser complementarias en función de lo que se desee estudiar. Un ejemplo de esto es la teoría del intercambio social de Homans, Blau, etc; y más recientemente las aportaciones de Bernard Guerin como ejemplo relevante a caso

Plantear por ejemplo una terapia de grupo como una colección de n=1 donde a todos se le aplica el mismo método puede quedar corto si no se ve la perspectiva también de ese grupo como un todo resultante del intercambio entre sus miembros. Son miradas diferentes con diferentes implicaciones. No siempre la caja de Skinner es la mejor referencia para asuntos sociales, como por ejemplo se percató el mismo Skinner al hacer las extrapolaciones conductuales a asuntos sociales (p.e Skinner- "Ciencia y conducta humana", 1953; en el apartado de las instancias de poder-control social).


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