lunes, 28 de julio de 2025

CUESTIONARIO DE FLEXIBILIDAD E INTIMIDAD (Juan José Ruiz Sánchez, 2025)

 



CUESTIONARIO DE FLEXIBILIDAD E INTIMIDAD (Juan José Ruiz Sánchez, 2025)

Nombre:                                                                                                               Fecha:

Usa esta escala para responder a las 9 cuestiones siguientes según el grado en que lo hayas llevado a cabo durante esta semana pasada

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Nada                                                                  Intermedio                                                        Mucho

1.Me permití sentirme mal, haciendo espacio a ese malestar, en vez de controlar o evitar lo que sentía, mientras seguía haciendo lo que me importaba

 

 

 

2. Vi mis pensamientos como pasajeros mentales que me decían cosas negativas, etiquetándolos y sin obedecerlos mientras seguía haciendo cosas que me importaban

 

 

 

3. Me centré en lo que podía hacer en el momento presente para conectar con lo que me importaba en vez de rumiar con el pasado o futuro

 

 

 

4. Me di cuenta de que mi mente me contó historias de mi vida de como dice que soy yo, pero sin quedarme atrapada en ellas mientras seguía llevando a cabo lo que me importó

 

5. Tuve claro por que valores y aspectos de mi vida que me importan guiarme a lo largo de la semana ante lo que iba ocurriendo fuera agradable o desagradable

 

 

 

6. Puse en práctica acciones valiosas para mi durante esta semana en vez de dejarme llevar por el desánimo, la impulsividad o la evasión con el resultado de hacer más significativa mi vida

 

 

 

7. Fui consciente de mis necesidades y de las personas que me importan y como nos afectamos mutuamente para bien o mal ayudándome eso a tener mejores relaciones con ellas

 

 

 

8. Tuve el valor o coraje de abrirme y compartir mis vulnerabilidades personales, mis anhelos, mis inquietudes, con personas que me importan, ayudándome eso a tener mejores relaciones con ellas

 

 

 

9. Fui capaz de mostrar afecto, apoyo y validación a personas que me importan cuando lo estaban pasando mal o tenían progresos, al igual que ellos hicieron conmigo, ayudándome eso a tener mejores relaciones con ellas

 

Abierto (Sumar 1+2) =

Consciente (Sumar 3+4) =

Comprometido (Sumar 5+6) =

Conciencia personal e interpersonal (7) =

Coraje o valor en las relaciones (8) =

Amor en las relaciones (9) =

sábado, 26 de julio de 2025

EL CONDUCTISMO TELEOLÓGICO DE HOWARD RACHLÍN Y LA PSICOLOGÍA ADLERIANA-CHATGPT CON MIS INSTRUCCIONES (Ruiz, 2025)

 



La relación entre el conductismo teleológico de Howard Rachlin y la psicología adleriana puede establecerse a partir de varios puntos de convergencia filosófica y funcional, a pesar de provenir de tradiciones distintas (conductismo radical vs. psicología individual psicodinámica). A continuación te expongo los puntos clave de conexión:


1. La conducta como orientada a fines (teleología)

  • Rachlin: Concibe la conducta no como una respuesta puntual a estímulos inmediatos, sino como patrones extendidos en el tiempo orientados hacia consecuencias a largo plazo. El teleologismo implica que la conducta tiene sentido solo en función del conjunto al que pertenece (patrones de autocontrol, altruismo, valores).

  • Adler: Postula que toda conducta humana está orientada hacia un objetivo de vida, consciente o inconsciente, que organiza la percepción, la emoción y la acción. A esto lo llamó el estilo de vida, que da coherencia al comportamiento desde una finalidad.

Convergencia: Ambos modelos entienden la conducta no como reactiva, sino propositiva, orientada a fines globales que organizan el comportamiento presente.


2. La importancia del contexto amplio y de la consistencia

  • Rachlin: Rechaza el análisis de conducta en unidades aisladas. Para él, una conducta solo tiene sentido dentro de patrones conductuales distribuidos en el tiempo, como una vida coherente con valores.

  • Adler: También interpreta los actos individuales en el contexto del estilo de vida, que es una narrativa coherente con una meta vital subjetiva.

Convergencia: En ambos modelos, el significado de una conducta se comprende únicamente dentro de un patrón mayor.


3. Énfasis en el largo plazo y autocontrol

  • Rachlin: Destaca la importancia del autocontrol como preferencia por recompensas distantes frente a impulsos inmediatos. El autocontrol surge de identificar la propia conducta con patrones consistentes a largo plazo.

  • Adler: Aunque no habla en términos de autocontrol conductual, promueve el desarrollo de metas sociales y éticas que trasciendan el placer o el éxito inmediato.

Convergencia: Ambos promueven un desarrollo personal orientado a metas significativas de largo plazo por encima de gratificaciones inmediatas.


4. Conducta social y comunitaria

  • Rachlin: Valora el altruismo y la conducta prosocial como parte de patrones de conducta extendidos y funcionales. La conducta virtuosa tiene sentido como parte del yo extendido.

  • Adler: Introdujo el concepto de interés social como eje central de la salud mental. Vivir de manera significativa implica contribuir al bien común.

Convergencia: Ambos subrayan la dimensión social del comportamiento intencional y el valor del altruismo como parte de un patrón conductual saludable.


5. Rechazo del dualismo mente-cuerpo

  • Rachlin: Radicalmente antimentalista, propone un enfoque en tercera persona, sin recurrir a causas internas no observables.

  • Adler: Aunque usa lenguaje más psicodinámico, es funcionalista en el sentido de que las "causas" internas (creencias, emociones) son entendidas por su función en la meta de vida, no como entidades ontológicas separadas.

Convergencia parcial: Ambos pueden considerarse funcionalistas, aunque difieren en su lenguaje y enfoque epistemológico.


Síntesis

Tanto Rachlin como Adler entienden la conducta como organizada en torno a fines y patrones, no como meras reacciones a estímulos. Ambos ofrecen una psicología del largo plazo, propositiva y social. Aunque sus raíces teóricas son diferentes, puede decirse que Rachlin es al conductismo lo que Adler fue al psicoanálisis: una perspectiva finalista y holística dentro de una tradición mayoritariamente mecanicista y fragmentada.

domingo, 20 de julio de 2025

COMBINACIÓN DEL MODELO CONSCIENTE, ABIERTO Y COMPROMETIDO DE ACT Y DEL MODELO CONSCIENTE, CORAJE Y AMOR DE FAP; EN LA FACT (Ruiz, 2025)

 



La conjunción de los modelos "consciente, abierto y comprometido" de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y "conciencia, coraje y amor" de la Psicoterapia Analítica Funcional (FAP) en una terapia de grupo no solo es posible, sino que puede generar una sinergia muy potente. Ambos modelos comparten fundamentos conductuales-contextuales, aunque se enfocan en distintos niveles del comportamiento: ACT enfatiza la relación del individuo con sus eventos privados y valores, mientras que FAP se enfoca en las relaciones interpersonales en el aquí y ahora. A continuación te explico cómo se pueden conjugar en la práctica grupal.


🧭 Ejes de Integración

ACTFAPIntegración en grupo
Consciente (mindfulness, atención flexible)Conciencia (atención a la conducta propia y del otro en la interacción)Promover conciencia del aquí y ahora interno y relacional.
Abierto (aceptación de experiencias internas)Coraje (decir y hacer lo difícil, exponerse a lo auténtico)Abrirse al malestar del grupo, validar la experiencia de los demás y atreverse a expresarse.
Comprometido (acción guiada por valores)Amor (conexión profunda, reforzamiento natural del vínculo)Actuar desde los valores interpersonales (cuidado, respeto, autenticidad).

🔁 Conjugación práctica en terapia grupal

1. Conciencia + Consciente

  • ACT: Llevar la atención al cuerpo, emociones y pensamientos.

  • FAP: Llevar la atención al impacto que tengo en los demás y ellos en mí.

  • Práctica grupal:

    • Ejercicios de mindfulness compartido (respirar, notar al otro).

    • Feedback interpersonal: “¿Cómo te sentiste cuando escuchaste eso?”

    • Tareas: “Observa cuándo te cierras o desconectas en el grupo”.

2. Coraje + Abierto

  • ACT: Abrirse al dolor sin luchar.

  • FAP: Atreverse a decir lo que cuesta, a mostrarse vulnerable.

  • Práctica grupal:

    • Role-playing de conversaciones difíciles.

    • Reforzar verbalmente actos valientes en el grupo.

    • Tareas: “Haz una microacción fuera del grupo que implique apertura al malestar”.

3. Amor + Comprometido

  • ACT: Actuar en coherencia con valores significativos.

  • FAP: Reforzar conductas que promueven cercanía, conexión auténtica.

  • Práctica grupal:

    • Ejercicios de apreciación mutua (“Me ayudó cuando tú…”).

    • Tareas: “Haz algo amable y coherente con tus valores relacionales esta semana”.


🧩 Un ejemplo de estructura de sesión

MomentoActividad
Inicio (mindfulness)Atención al cuerpo, respiración, registro de sensaciones y emociones presentes.
Tema (valores + relaciones)Compartir experiencias difíciles donde se evitó el malestar o se actuó con coraje/amor.
Dinámica FAP (CCR en sesión)Detectar y reforzar conductas clínicas relevantes (evitación, apertura, conexión).
Cierre (acción comprometida)Plan de acción desde valores personales e interpersonales. Revisión de tareas anteriores.

🧠 Fundamento teórico compartido

Ambas terapias se basan en el contextualismo funcional. Lo que ACT aplica a la relación del individuo con sus pensamientos, emociones y valores, FAP lo traslada al espacio interpersonal como campo de transformación real.

Integrar ambos modelos permite ayudar a los miembros del grupo no solo a ser más libres internamente, sino también a vivir relaciones más auténticas y significativas.


Una sesión grupal integrada de ACT y FAP que conjuga los modelos consciente, abierto y comprometido (ACT) y conciencia, coraje y amor (FAP). La sesión tiene una duración aproximada de 90 minutos y está pensada para un grupo terapéutico en fase intermedia, con participantes que ya tienen cierta familiaridad con el mindfulness y la interacción honesta en grupo.


🌀 Sesión 6: "Abrirse a lo que duele y acercarse con coraje"

🌱 Objetivo

Conectar con experiencias internas difíciles en el grupo, identificar patrones de evitación y cultivar actos de coraje relacional y compromiso con los propios valores interpersonales.


🧭 Estructura de la sesión (90 min)

1. Inicio – Mindfulness interconectado (10 min)

  • Ejercicio guiado: “Respirando juntos”

    • Foco en la respiración propia.

    • Luego expandir la atención al grupo: sonidos, presencia, energía compartida.

    • Notar qué emociones o pensamientos surgen al estar con los otros en silencio.

Puente ACT-FAP: Atención consciente a la experiencia interna (ACT) y a la experiencia interpersonal aquí y ahora (FAP).


2. Exploración experiencial – ¿Qué me cuesta mostrar? (25 min)

  • Dinámica individual breve (5 min): Escribir en una hoja:

    • “¿Qué partes de mí me cuesta mostrar al grupo?”

    • “¿Qué me da miedo que los otros vean o piensen?”

  • Compartir voluntario en grupo (20 min)

    • Se invita a compartir desde la apertura, y se refuerza con calidez cada acto de coraje.

    • El terapeuta modela expresividad honesta y validación empática.

Consciente + Coraje: Se invita a contactar con partes evitadas y expresarlas (apertura con valentía).


3. Momento FAP – Interacciones auténticas (30 min)

  • Actividad grupal guiada: “Lo que quiero decirte pero no me atrevo”

    • Los miembros del grupo se turnan para decir a otro miembro algo significativo que no se habían atrevido a decir (por temor, vergüenza, inseguridad…).

    • Pueden usar frases como:

      • “Cuando hiciste/dijiste __, sentí __”

      • “Me cuesta decirte esto porque __, pero quiero intentarlo porque valoro nuestra relación”

  • Terapeuta observa y refuerza:

    • CCR1: evitaciones, conductas problemáticas.

    • CCR2: expresiones de apertura, conexión y autenticidad.

    • CCR3: transformaciones en vivo, nuevos repertorios.

Coraje + Amor: Se trabajan actos difíciles emocionalmente que acercan a los otros.


4. Metáfora – “El puente colgante” (10 min)

“Cruzar un puente frágil entre dos personas da miedo, pero cada paso con coraje es una forma de decir: me importas, aunque me tiemblen las piernas”.

  • Reflexión guiada: ¿Qué puentes quiero construir o cruzar en mi vida relacional?


5. Compromiso y cierre (15 min)

  • Ronda final: ¿Qué me llevo de esta sesión? ¿Qué acto pequeño y valiente quiero hacer esta semana hacia alguien importante?

  • Tarea para casa:

    • Realizar una acción interpersonal coherente con tus valores (decir algo que has estado evitando, pedir perdón, pedir ayuda, mostrar aprecio...).

    • Escribir un breve journaling:

      “¿Qué sentí antes, durante y después de ese acto? ¿Me acerqué a la persona que quiero ser?”


💡 Notas para el terapeuta

  • Reforzar conductas CCR2 y CCR3 con lenguaje natural: “Eso que acabas de decir me parece muy valiente”, “Gracias por compartir eso, se sintió muy genuino”.

  • Modelar vulnerabilidad: mostrar también emociones propias moderadas que validen la apertura.

  • Estar atento al grupo como organismo: detectar patrones evitativos colectivos (silencios incómodos, bromas defensivas, etc.).



  • ACT: Consciente – Abierto – Comprometido

  • FAP: Conciencia – Coraje – Amor

El enfoque se basa en:

  • Cultivar consciencia interna y relacional.

  • Promover apertura al malestar emocional y conductas auténticas.

  • Fomentar microacciones comprometidas que fortalezcan vínculos.


🌿 Protocolo de 12 sesiones ACT + FAP en grupo

Cada sesión tiene 4 momentos:

  1. Mindfulness (conciencia)

  2. Dinámica experiencial (coraje)

  3. Feedback interpersonal o tarea relacional (amor)

  4. Compromiso (acción guiada por valores)


🔹 FASE 1: FUNDAMENTO Y VÍNCULO (Sesiones 1–4)

Sesión 1: Dar el paso de entrar

  • Mindfulness: “Notar que estoy aquí” (atención al cuerpo y al grupo)

  • Ejercicio: Compartir por qué están aquí. Miedo, esperanza y lo que desean cambiar.

  • Interpersonal: Observar cómo se sienten al escuchar a otros.

  • Tarea: Escribir “Qué me gustaría atreverme a hacer en este grupo”.

Sesión 2: Lo que me cuesta mostrar

  • Mindfulness: “La máscara y lo que hay debajo”

  • Ejercicio: ¿Qué partes de mí escondo? ¿Qué me protege esa evitación?

  • Interpersonal: Compartir una parte vulnerable en subgrupos.

  • Tarea: Observar en la semana cuándo me escondo y por qué.

Sesión 3: Cuando me alejo de lo importante

  • Mindfulness: Observar la mente evitadora

  • Ejercicio: Identificar conductas de desconexión (aislamiento, complacer, callar).

  • Interpersonal: ¿Qué me ayuda a acercarme al otro en vez de huir?

  • Tarea: Notar una ocasión en la que me alejé de alguien y qué sentí.

Sesión 4: Lo que me importa en los vínculos

  • Mindfulness: Visualización de una relación valiosa

  • Ejercicio: Valores interpersonales: ¿Qué tipo de persona quiero ser con otros?

  • Interpersonal: Compartir valores relacionales con el grupo.

  • Tarea: Acción microcomprometida (escuchar con más presencia, pedir perdón, etc.)


🔹 FASE 2: CAMBIO EN VIVO (Sesiones 5–8)

Sesión 5: Coraje de decir lo que siento

  • Mindfulness: Localizar la emoción en el cuerpo

  • Ejercicio: Decir algo difícil que suelo evitar (miedo, enfado, tristeza)

  • Interpersonal: Feedback auténtico en parejas (impacto emocional)

  • Tarea: Atreverse a nombrar una emoción con alguien fuera del grupo

Sesión 6: Abrirse a lo que duele y acercarse con coraje

(Ya desarrollada arriba)

  • Metáfora: “El puente colgante”

  • Tarea: Realizar una acción relacional difícil guiada por el valor interpersonal.

Sesión 7: Recibir al otro sin juicio

  • Mindfulness: “Observar sin comentar”

  • Ejercicio: Escucha activa sin interrumpir ni aconsejar

  • Interpersonal: Ejercicio “Hablar 3 minutos sin ser interrumpido”

  • Tarea: Practicar escucha abierta con alguien cercano

Sesión 8: Amor como acción, no como emoción

  • Mindfulness: “Reconocer lo que recibo del otro”

  • Ejercicio: Dar feedback apreciativo a cada miembro del grupo

  • Interpersonal: “Quiero que sepas que valoro cuando tú…”

  • Tarea: Hacer un acto de cuidado con alguien sin esperar nada a cambio


🔹 FASE 3: INTEGRACIÓN Y SALIDA (Sesiones 9–12)

Sesión 9: La voz crítica y la compasión

  • Mindfulness: Observar la autocrítica con distancia

  • Ejercicio: Escribir y leer la carta de compasión hacia uno mismo

  • Interpersonal: Compartir con el grupo cómo se juzgan y qué necesitan escuchar

  • Tarea: Practicar autocompasión en una situación difícil esa semana

Sesión 10: La herida en las relaciones

  • Mindfulness: Contactar con una relación pasada que dolió

  • Ejercicio: Visualización y cierre simbólico (carta no enviada, despedida interna)

  • Interpersonal: Compartir lo aprendido de esa experiencia

  • Tarea: Elegir una forma simbólica de cerrar o agradecer una relación

Sesión 11: Cómo quiero relacionarme en adelante

  • Mindfulness: Imaginar un futuro con relaciones auténticas

  • Ejercicio: Definir compromisos relacionales concretos a 1 mes

  • Interpersonal: Compartir con otro miembro del grupo y pedir apoyo

  • Tarea: Realizar un paso hacia ese compromiso

Sesión 12: Agradecer y soltar

  • Mindfulness: “Agradezco, y dejo partir”

  • Ejercicio: Rueda de cierre: lo que me llevo, lo que dejo

  • Interpersonal: Agradecer algo específico a cada compañero

  • Tarea: Escribir carta de cierre o grabar audio para uno mismo

Guía de trabajo para la Terapia de Grupo ACT Kevin Polk, 2009 Traducido y adaptado por Juan José Ruiz Sánchez 2016

 



TEXTO QUE TRADUJE EN 2016;  AQUÍ PARA DESCARGAR GRATUITAMENTE

DESCARGA DE MEDIAFIRE 

miércoles, 9 de julio de 2025

CUANDO EL ÉXITO NO ES LO HABITUAL EN LA TAREA DEL TERAPEUTA Y GENERA EN REGLAS EN PRACTICANTES DE TCC, CONTEXTUALES Y ANALISTAS DE CONDUCTA (Ruiz, 2025)

 




. En la literatura psicológica, las terapias cognitivas-conductuales (TCC) suelen presentarse como intervenciones de alta eficacia, sustentadas por un amplio cuerpo de estudios controlados. Sin embargo, esta imagen de éxito no siempre se traduce de forma directa a la compleja e impredecible realidad clínica, donde los síntomas, las historias de vida y las resistencias de los pacientes no responden con la precisión esperada a los protocolos estandarizados. Esta discrepancia puede tener efectos no solo en el vínculo terapéutico, sino también en el propio terapeuta, quien, inmerso en un marco teórico que promete resultados replicables, puede desarrollar reglas internas de autoexigencia y perfeccionismo clínico. En este contexto, el terapeuta puede volverse rígido, sobreidentificándose con su método y perdiendo sensibilidad ante los relatos únicos y las necesidades cambiantes de sus pacientes. El resultado es una clínica más autorreferente y narcisista, donde el foco se desplaza del encuentro humano hacia la validación del modelo.

 

. Incluso en enfoques contemporáneos como las llamadas terapias de tercera generación —como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)— se han observado fenómenos similares. Aunque la ACT promueve explícitamente la flexibilidad psicológica y la apertura a la experiencia, también puede ser utilizada de manera rígida y protocolizada por terapeutas que internalizan exigencias de desempeño clínico o eficacia basada en manuales. Algunos estudios señalan que terapeutas de ACT, especialmente en etapas formativas, tienden a aplicar las metáforas y ejercicios como soluciones técnicas antes que como invitaciones genuinas a una experiencia compartida (Vilardaga et al., 2009). Asimismo, Luoma, Hayes y Walser (2007) destacan cómo la autoexigencia terapéutica, alimentada por expectativas de eficacia inmediata, puede alejar al clínico de una presencia auténtica en sesión, reforzando una relación con el método más que con la persona. Frente a este riesgo, se ha sugerido cultivar una práctica clínica más humilde, que reconozca los límites del conocimiento técnico, abrace el fracaso como parte del proceso y privilegie una escucha radical al mundo vivido del paciente, más allá de lo que el modelo permite clasificar. Esta actitud terapéutica, lejos de debilitar el proceso, permite una mayor autenticidad y conexión clínica, favoreciendo el crecimiento de ambos participantes del proceso (Wampold, 2015; Bohart & Tallman, 2010; Hayes et al., 2019).

 

. Algo similar ocurre con los llamados analistas de conducta y el uso del análisis funcional de la conducta, que a menudo se presenta como una herramienta de precisión para intervenir sobre relaciones funcionales entre antecedentes, conductas y consecuencias. No obstante, en entornos clínicos reales, no siempre es posible modificar de manera directa ni los antecedentes ni los consecuentes relevantes, lo que reduce la aplicabilidad operativa del modelo en su forma más técnica (Follette et al., 1996; Dougher, 2000). Además, se ha observado que algunos profesionales, formados en esquemas altamente sistematizados, tienden a usar el análisis funcional como un mapa rígido que impone explicaciones antes que abrir caminos de comprensión compartida. Esta tendencia puede llevar a una práctica clínicamente estéril, más enfocada en el ajuste al modelo que en el contacto genuino con la experiencia del consultante. Desde una perspectiva más contextual, se ha propuesto que el análisis funcional no debe ser un procedimiento cerrado, sino una herramienta viva y dinámica, informada por la historia verbal y emocional del paciente en interacción con el entorno terapéutico (Hayes & Follette, 1992). Cultivar esta flexibilidad interpretativa exige del terapeuta una apertura constante a la incertidumbre, así como la disposición a tolerar el no saber como parte esencial del proceso clínico.


Referencias

Bohart, A. C., & Tallman, K. (2010). Clients as active participants in psychotherapy: The client as self-healer. American Psychological Association.

Dougher, M. J. (2000). Clinical behavior analysis: A commentary. The Behavior Analyst23(2), 265–273. https://doi.org/10.1007/BF03392025

Hayes, S. C., & Follette, W. C. (1992). Can functional analysis provide a substitute for syndromal diagnosis? Behavioral Assessment14, 345–365.

Hayes, S. C., Strosahl, K. D., & Wilson, K. G. (2019). Acceptance and commitment therapy: The process and practice of mindful change (2nd ed.). Guilford Press.

Follette, W. C., Naugle, A. E., & Callaghan, G. M. (1996). A functional analysis of clinical behavior. The Behavior Analyst19(2), 105–115. https://doi.org/10.1007/BF03393163

Luoma, J. B., Hayes, S. C., & Walser, R. D. (2007). Learning acceptance and commitment therapy: The essential guide to the process and practice of mindful change. New Harbinger.

Vilardaga, R., Hayes, S. C., Levin, M. E., & Muto, T. (2009). Creating a strategy for progress: A contextual behavioral science approach. The Behavior Analyst, 32(1), 105–133.

Wampold, B. E. (2015). How important are the common factors in psychotherapy? An update. World Psychiatry, 14(3), 270–277. https://doi.org/10.1002/wps.20238

 

 

viernes, 4 de julio de 2025

CRISIS ECONÓMICAS Y "MALA SALUD MENTAL". RELACION DE 10 ESTUDIOS RECIENTES Y SUS CONCLUSIONES GENERALES

 



  • Guerra, O., & Eboreime, E. (2021). The Impact of Economic Recessions on Depression, Anxiety, and Trauma‑Related Disorders and Illness Outcomes—A Scoping Review. Behavioral Sciences, 11(9), 119. https://doi.org/10.3390/bs11090119 en.wikipedia.org+12mdpi.com+12pmc.ncbi.nlm.nih.gov+12

  • Lee, E.-w., & Nam, J. Y. (2023). Is a change in economic status associated with anxiety, depression and suicide ideation during the COVID‑19 pandemic in South Korean adults? Journal of Public Health, 45(4), 870–877. https://doi.org/10.1093/pubmed/fdad142 academic.oup.com

  • Thompson, P. W. (2023). Financial Crisis and its Effect on Psychological Well‑Being, Health, Satisfaction, and Financial Incapability: A Systematic Review. Journal of Psychology & Psychotherapy, 13, 449. https://doi.org/10.35248/2161‑0487.23.13.449 longdom.org

  • [Autor anónimo]. (2023). The impact of labour market shocks on mental health: evidence from the Covid‑19 first wave. Economia Politica, 40, 899–930. https://doi.org/10.1007/s40888‑023‑00304‑z link.springer.com+1frontiersin.org+1

  • Yang, Y., Niu, L., Amin, S., & Yasin, I. (2024). Unemployment and mental health: a global study of unemployment’s influence on diverse mental disorders. Frontiers in Public Health, 12, Article 1440403. https://doi.org/10.3389/fpubh.2024.1440403 frontiersin.org

  • Sarı, E., Karakuş, B. Ş., & Demir, E. (2024). Economic uncertainty and mental health: Global evidence, 1991 to 2019. SSM – Population Health, 27, 101691. https://doi.org/10.1016/j.ssmph.2024.101691 pmc.ncbi.nlm.nih.gov

  • Wang, G., & Sabran, K. (2024). Assessing depression and anxiety among young adults after epidemics and pandemics: a cross‑sectional study in Anyang, China. Scientific Reports, 14, 2759. https://doi.org/10.1038/s41598‑024‑53292‑w arxiv.org+3ncbi.nlm.nih.gov+3pmc.ncbi.nlm.nih.gov+3

  • [Equipo de investigación]. (2024). Mental health effects associated with COVID‑19 financial assistance in South Korea: a comparison of employment status. BMC Public Health, 24, 805. https://doi.org/10.1186/s12889‑024‑18283‑6 bmcpublichealth.biomedcentral.com

  • [Equipo de investigación]. (2023). The association mental health of adolescents with economic impact during the COVID‑19 pandemic: a 2020 Korean nationally representative survey. BMC Public Health, 23, 853. https://doi.org/10.1186/s12889‑023‑15808‑3 bmcpublichealth.biomedcentral.com

  • Jarroch, R., Tajik, B., Tuomainen, T.-P., & Kauhanen, J. (2022). Economic Recession and the Long‑Term Risk of Psychiatric Disorders and Alcohol Related Diseases—A Cohort Study From Eastern Finland. Frontiers in Psychiatry, 13, 794888. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2022.79488

  • CONCLUSIONES:

  • Diversas investigaciones recientes confirman una asociación robusta entre las crisis económicas (como recesiones, desempleo, incertidumbre financiera y pérdida de ingresos) y un deterioro significativo de la salud mental, con énfasis en la depresión. Las revisiones sistemáticas indican que las recesiones elevan las tasas de depresión, ansiedad y trastornos por estrés postraumático, afectando especialmente a personas con bajo nivel socioeconómico o inestabilidad laboral (Guerra & Eboreime, 2021; Thompson, 2023).

    Estudios en Corea del Sur durante y después del COVID-19 demostraron que cambios repentinos en el estatus económico incrementaron los síntomas depresivos, especialmente en adultos desempleados o sin seguridad financiera (Lee & Nam, 2023; BMC Public Health, 2024). A su vez, los adolescentes mostraron un aumento de trastornos afectivos asociados a la inseguridad económica de sus familias (BMC Public Health, 2023).

    Investigaciones internacionales señalan que el desempleo global y la incertidumbre económica a largo plazo están correlacionados con mayores tasas de depresión, trastornos de ansiedad y consumo nocivo de alcohol (Yang et al., 2024; Sarı et al., 2024; Jarroch et al., 2022). En Finlandia, se evidenció que las personas expuestas a una recesión prolongada tuvieron mayor riesgo de trastornos mentales años después del evento económico (Jarroch et al., 2022).

    Las ayudas económicas gubernamentales pueden mitigar parcialmente los efectos negativos en la salud mental, especialmente si se distribuyen con rapidez y equidad (BMC Public Health, 2024). Sin embargo, su efecto protector es desigual y limitado si no va acompañado de medidas estructurales (Springer, 2023).

    Por último, el impacto psicológico de las crisis económicas se presenta con mayor intensidad en jóvenes, mujeres, personas en pobreza y trabajadores informales, lo que subraya la necesidad de políticas públicas integradas que combinen atención a la salud mental con protección económica (Frontiers in Psychiatry, 2022; Wang & Sabran, 2024).