sábado, 24 de octubre de 2020

LA PREVALENCIA DE LA CONDUCTA OPERANTE EN EL CONFLICTO CONDUCTUAL (Ruiz, 2020)


 

LA PREVALENCIA DE LA CONDUCTA OPERANTE EN EL CONFLICTO CONDUCTUAL  (Ruiz, 2020)

 

 Existe en el seno del conductismo actual un debate entre los partidarios de la Teoría de Marco Relacional-RFT; los seguidores más fieles al análisis aplicado de la conducta; e incluso a los que consideran traducibles y pertinente las aportaciones contextuales a la tradición del análisis conductual.

 

Los partidarios de la RFT argumentan que las propuestas de analizar las conductas desde solo los principios asociativos operantes o respondientes en realidad solo están describiendo relaciones funcionales (análisis descriptivo) sin poder explicar adecuadamente la emergencia de nuevas conductas sin la presencia de contingencias directas y que forzar estas explicaciones en base a principios asociativos es bastante limitado y corto de miras al no tener en cuenta toda la evidencia acumulada sobre la RFT..

 

Los partidarios del análisis funcional en base a principios de aprendizaje asociativo consideran que las terapias contextuales y la RFT aportan el revivir el conductismo en el contexto de las terapias psicológicas actuales pero en su defecto vuelven a introducir una serie de constructos (Flexibilidad Psicológica, Hexaflex, Evitación Experiencial, Yo Contexto, Procesos,  etc.) que son del todo innecesarios, confusos y que abren la puerta trasera al  mentalismo.

 

Un tercer grupo de psicólogos conductistas tanto provenientes del análisis de la conducta más clásica como de las nuevas terapias contextuales plantean que ambos enfoques son complementarios y que los constructos contextuales son traducibles y usables en terapia en términos puramente conductuales, ya sea como repertorios de conductas a implementar o como operaciones de discriminación a moldear y reforzar gradualmente.

 

Lo que parece evidente es que polemizar, hacer análisis funcionales, presentar estímulos antecedentes y consecuentes (con sus funciones respondientes incluidas) son operaciones de los psicólogos en el mundo que tienen situación/contextos y consecuencias; es decir son  clases de conductas operantes con efectos o funciones.

 

Por lo pronto los partidarios de cada perspectiva se reúnen en grupos mediante másteres, publicaciones, conferencias online y offline que forman una especie de clanes de partidarios que se intercambian y refuerzan su perspectiva y ponen en evidencia las faltas de las otras.

 

Raramente se reúnen con los partidarios de las otras perspectivas para intercambiar experiencias y conocimientos ya que hacer esto pareciera conllevar funciones aversivas de poner en jaque lo que se viene haciendo y difundiendo y la posibilidad de que las cosas puedan hacerse o construirse de otra manera.

 

Si los propios conductistas continúan en sus refuerzos inmediatos de estos grupos de partidarios y se nutren solo del sesgo operante de todo aquello que confirma sus propias posiciones sin exponerse al intercambio de investigaciones proveniente de diferentes perspectivas conductuales la dinámica actual se mantendrá.  Efecto a medio-largo plazo: falta de una perspectiva conductista robusta y unificada.

 

La dinámica actual se parece por cierto a un menú de supermercado con varios productos a la venta, por lo pronto tenemos en el escaparate los enfoque del análisis aplicado de la conducta, los enfoques contextuales (con sus tres versiones, la conductual y la cognitiva-mindfulness-metacognición-autocompasión y el nuevo y emergente “enfoque basado e  procesos”), el interconductista y la teoría de la conducta; amén de otros menos populares en la actualidad (p.e el conductismo de Staats).

 

Todos ellos hacen por hacerse prominentes y relevantes en una incesante actividad operante en medios de comunicación, másteres y congresos. Es lo que tiene las operantes, ser reforzadas por sus efectos inmediatos apetitivos y por la evitación o alivio, también inmediato de alejarse de lo aversivo, que en este caso son las personas que opinan e investigan diferente.

 

Una regla alternativa pero por ahora con escaso tracking en el mercado competitivo en el que estamos inmersos, es la dialogar e intercambiar conocimientos. Quizás habría que promocionar esta regla de manera más apetitiva destacando sus consecuencias positivas a largo plazo, que es constituir una ciencia de la conducta más robusta y unificada sobre principios contrastados, que no siempre son los expuestos inicialmente por los partidarios de cada tendencia.

 

¿Será el coste de respuesta muy alto para hacer esto?

 

 

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