martes, 13 de octubre de 2020

TERAPIAS COGNITIVAS-CONDUCTUALES DE TERCERA GENERACIÓN. ¿ SE BASAN EN EL CONDUCTISMO RADICAL O METODOLÓGICO? (Ruiz, 2020)

 


Es debatible que las terapias cognitivas-conductuales de tercera generación se basen en el conductismo radical o en el conductismo metodológico. Y es debatible porque deja asuntos abiertos y controvertidos en juego.

¿Y qué diferencia hay entre ambos conductismos? Siguiendo la exposición que hace Bautista Fuentes (2001) sobre ambos conductismos:

.El conductismo metodológico se caracteriza por considerar la conducta como un indicador objetivo para estudiar procesos psicológicos (mentales)  o neurofisiológicos no observables directamente siempre que se siga un método empírico y metodológico para estudiar esas relaciones hipotéticas deductivas.

.El conductismo radical la conducta es el contenido propio y exclusivo del campo de estudio de la psicología sin recurrir a constructos no conductuales. Hay que recordar que la conducta es el flujo continuo y funcional de relaciones entre los organismos vivos y sus medios ambientes. 

En este sentido para Hayes y cols. (2001) las terapias de tercera generación, al menos para la ACT, se basan en el contextualismo funcional, una filosofía que deriva en un programa científico basado en el pragmatismo (filosofía previa con autores de referencia como Williams James, Peirce, Dewey, etc.) que destaca las relaciones entre los conceptos y sus implicaciones prácticas por sus efectos, consecuencias o funciones en la vida de las personas; y por otro lado en el propio conductismo radical. En este sentido las terapias de tercera generación, sobre todo si hablamos de ACT (y de FAP aún más) se asientan en el conductismo radical.

Ahora bien, ¿esto es válido para todas la terapias cognitivas-conductuales de tercera generación y aún para la propia ACT como uno de sus referentes principales? Es un tema abierto y bastante debatible por varios aspectos en mi opinión personal:

(1) La nueva propuesta de Hayes y Hoffman (2018) basada en procesos incluye al menos a nivel pragmático la combinación de los procedimientos cognitivos conductuales de segunda generación como la reestructuración cognitiva de esquemas cognitivos y los procesos del hexaflex de la ACT; junto a otros procedimientos diversos en una especie de batiburrillo de técnicas de intervención, que si fueran traducidas conductualmente (Froján y Calero, 2011) no habría mayor problema al remitirlas al conductismo radical, pero que en su presentación original combinan elementos mentalistas y conductuales bajo un nuevo concepto unificador llamado "procesos" que no se sabe muy bien si se refiere a un constructo puramente empírico ( búsqueda de resultados o eficiencia) o aspira también a ser concepto explicativo a un nivel distinto a lo conductual. Es debatible sin duda.

(2) El uso de términos intermedios en muchas terapias de tercera generación que a veces son descripciones de complejas relaciones funcionales en términos metafóricos (Hexaflex, Flexibilidad Psicológica por ejemplo) para referirse a clases o repertorios de conductas en relación al medio ambiente y otras se convierten a su vez en explicaciones de otras conductas,  a veces de manera un tanto circular me lo parece. En el caso de la DBT de Linehan, incluso su autora a veces ha dicho que no era una terapia de tercera generación, otras ha colaborado con  Hayes sin definir esto del todo, etc. Otro tema en debate.

(3) La propia y amplio uso de conceptos y métodos derivados de la tradición budista que se trasladan a lo conductual como nuevos elementos de técnicas de intervención  (mindfulness, autocompasión); otras como nuevos repertorios de conducta a desarrollar y otras veces también como elementos explicativos de lo que le sucede al cliente sin que muchas veces quede claro a que se refieren en realidad, dado que desde el conductismo radical que sean repertoritos funcionales en muchos contextos puede ser coherente con su marco, pero no cuando se convierten en explicaciones de otras conductas, dado que se reifica el constructo para explicar conductas y no se hace desde las relaciones entre el sujeto y su medio. Otro tema controvertido

(4) Y por si fuera poco están las terapias de tercera generación de inspiración cognitiva como las terapias cognitivas diversas basadas en el mindfulness, la compasión  y la metacognición; según el matiz preponderante de cada uno de estos tres elementos. Son terapias claramente situadas en el conductismo metodológico. Es difícil encontrar en sus autores y textos por ejemplo el uso del análisis funcional de los casos, enseña y referente del conductismo radical. 

Si lees un texto de terapia y no se hace mención si  quiera al análisis funcional de la conducta, la sospecha de que sea conductismo metodológico aumenta a raudales.

En resumen, mi pronóstico es que las terapias de tercera generación unas sin pretenderlo y otras pretendiéndolo están haciendo triunfar al conductismo metodológico. 

¿Nos vamos a rasgar las vestiduras por ello? Para los que estén cómodos o acomodados con este giro, evidemente no. 

Para los que deseamos y defendemos  una concepción de la psicología (del conductismo)  no metodológico esta es una deriva de vuelta al mentalismo, un gran paso atrás. ¿Solución?

1. Transformar los conceptos intermedios a procesos básicos de aprendizaje. 

2. Tener en cuenta que "mindfulness, compasión, metacognición" son clases de conductas o repertorios de conductas a explicar mediante los principios del aprendizaje y no explicaciones per se por esos conceptos mentalistas o  religiosos.

.En resumen establecer relaciones funcionales de todos estos nuevos elementos  y su pro y contras según qué contextos y objetivos.

 

Bibliografia mencionada:

·         -Bautista Fuentes, J. (2001). Diferencias entre el conductismo radical y el conductismo metodológico y su significado respecto al estatus disciplinar de la psicología. Revista de Historia de la Psicología. Volumen 22, n 2, pp. 207-226.

·      . Froján Parga, M.J y Calero Elvira, A. (2011). Guía para el uso de la reestructuración cognitiva como procedimiento de moldeamiento. Psicología Conductual 19.3,  pp.659-682

·        . Hayes, S.C.; Barnes-Holmes, D. & Roche, B. (Eds.). (2001). Relational Frame Theory: A Post-Skinnerian account of human language and cognition. Nueva York: Plenum Press.

·       .Hayes, S. C., Hofmann, S. G. (Eds.). (2018). Process-based CBT: The science and core clinical competencies of cognitive behavioral therapy. Oakland, CANew Harbinger.

 


1 comentario: