sábado, 22 de septiembre de 2018

TRADUCCIÓN DE ESTUDIOS BASADOS EN LA EVIDENCIA DE LA TERAPIAS DE GRUPOS EN LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD. AGPA (Ruiz, 2018)



Traducción del original de aquí:
https://www.agpa.org/home/practice-resources/evidence-based-practice-in-group-psychotherapy/anxiety-disorders


·         Desórdenes De Ansiedad
Tratamiento grupal de los trastornos de ansiedad

• Existe evidencia convincente de que adultos diagnosticados con fobia social puede tratarse eficazmente con tratamiento cognitivo conductual grupal  (CBGT). Además, los pacientes tratados en grupos mejoran al mismo ritmo que aquellos tratados en terapia individual.

• Hay evidencia prometedora de que los niños y adolescentes que están tratados con CBGT tienen una reducción confiable en la ansiedad social y la depresión con evidencia limitada de que el tratamiento en un grupo o formato individual producir resultados equivalentes.

• El modelo de grupo dominante para tratar a los pacientes diagnosticados con pánico el trastorno es CBGT. Mejora en ansiedad general, síntomas de pánico y resultados de depresión junto con la mejora en el funcionamiento general.

• La exposición y prevención de respuesta (ERP) ofrecida en un formato de grupo  se ha demostrado que produce una mejora confiable en los síntomas primarios de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) que se mide con mayor frecuencia por la Escala Obsesiva Compulsiva de Yale-Brown (YBOCS). Más recientemente, ERP se ha integrado con CBGT con los mejores efectos que se muestran en el YBOCS y reducciones modestas observadas en los síntomas depresivos.

• La investigación sobre los mecanismos de cambio responsables de  las mejoras sugieren que un tratamiento más intenso puede producir el mismo beneficio como un tratamiento espaciado (semanal), y que los trastornos comórbidos pueden reducir la mejora general y que pueden realizarse grandes mejoras dentro de unas pocas sesiones con algunos pacientes (es decir, ganancias repentinas).

Ansiedad social

CBGT domina la literatura empírica para la fobia social con el protocolo de Heimberg y sus colegas (Heimberg y Becker, 2002; Rapee y Heimberg, 1997) se aplica con mayor frecuencia, seguido por el enfoque de Clark y Wells (1995). Un metanálisis reciente (Powers, Sigmarsson y Emmelkamp, ​​2008) demostró resultados equivalentes para la TCC cuando se entregó en formatos grupales (d = .68) e individuales (d = .69). La última década ha visto casi 30 nuevos estudios de resultados que prueban los modelos de CBGT (Burlingame, Strauss & Joyce, 2013) bajo una variedad de condiciones. Por ejemplo, se observaron efectos positivos sobre medidas estandarizadas de ansiedad cuando CBGT se transfirió a un entorno de práctica privada (Gaston, Abbot, Rapee y Neary, 2006) y al tratamiento de pacientes diagnosticados con esquizofrenia (Kinsep, Nathan y Neary, 2003). Un desarrollo reciente y prometedor es la aplicación de CBGT a niños y adolescentes que sufren de ansiedad social. Aunque son pocos, estos estudios sugieren resultados similares a los de la investigación en adultos cuando se ofrecen grupos en clínicas comunitarias (Baer y Garland, 2005).También se admite la equivalencia de formatos cuando los formatos grupales e individuales se contrastan experimentalmente (Liber, et al., 2008). Es importante señalar que prácticamente en todos los estudios de CBGT hubo pacientes que no mostraron mejoría, lo que generó la consideración de modelos alternativos como el enfoque psicodinámico desarrollado por Kapczinski y sus colegas (véase Cordioli, et al., 2003).

Trastorno de pánico

El modelo CBGT con el mayor apoyo empírico para tratar con éxito el trastorno de pánico es el protocolo de Barlow y sus colegas (Barlow, Craske, Cerny y Klosko, 1989), seguido del enfoque de terapia cognitiva de Clarke (1986). Los cambios más grandes y más duraderos están asociados con pacientes que son tratados simultáneamente con medicamentos psicotrópicos, típicamente ISRS y tricíclicos (por ejemplo, Roy-Byrne, Craske y Stein, 2006). Al igual que con la fobia social, los ensayos clínicos recientes han examinado los cambios en las tasas de mejoría en el trastorno de pánico cuando el CBGT se transfiere a entornos de práctica clínica. Por ejemplo, Austin y colegas (2008) demostraron que el 85% de los pacientes remitidos al grupo de tratamiento por médicos generalistas aceptaron y participaron en el grupo, un hallazgo que es bastante prometedor. Sin embargo, las tasas generales de cambio en la ansiedad en el Inventario de Ansiedad de Beck fueron modestas (d = .37), lo que sugiere que el cambio en los entornos naturalistas podría ser considerablemente menor que las tasas de mejoría encontradas en los ensayos clínicos. De manera relacionada, muchas derivaciones al tratamiento no pueden asumir el compromiso de sesiones grupales semanales dadas las demandas laborales y familiares. En consecuencia, un grupo de estudios ha examinado recientemente si el tratamiento masificado versus el espaciado produce tasas de mejoría similares. Por ejemplo, Bohni y sus colegas (2009) examinaron el mismo protocolo de CBGT cuando se entregó en un formato semanal de 13 sesiones en comparación con un formato de 3 semanas de masa con ambas condiciones que recibieron 26 horas de tratamiento. Ambos programas fueron bien aceptados sin diferencias en deserción, adherencia o satisfacción y las tasas de mejoría fueron equivalentes. El cronograma masivo, sin embargo, condujo a una recuperación más rápida, lo que sugiere la importancia de considerar la flexibilidad en la forma en que se entregan los grupos.

Desorden obsesivo compulsivo

La terapia grupal conductual, específicamente, la prevención de exposición y respuesta (ERP), tiene el mayor respaldo empírico para tratar el trastorno obsesivo compulsivo. Este tratamiento parece ser bien recibido con tasas de extracción tan bajas como del 6% (Cordioli et al., 2002) y tasas relativamente altas de mejoría pre y post en el YBOCS (d = .91-1.74; Fenger, Mortensene, Rasmussen y Lau , 2007; Cordioli et al., Respectivamente). Desafortunadamente, las tasas de recaída son relativamente altas para esta población de pacientes (p. Ej., 35%; Braga, Cordioli, Niederauer y Manfro, 2005) con predictores de éxito a largo plazo que son la mejoría rápida durante el tratamiento y la remisión completa por terminación. Al igual que el trastorno de pánico, existe cierta evidencia de que los protocolos más cortos (7 versus 12 sesiones) producen resultados equivalentes que argumentan a favor de la flexibilidad en la forma en que se administra el tratamiento grupal. Más recientemente, ERP ha sido contrastado experimentalmente con CBGT con algunos estudios que informan resultados equivalentes (Cordioli et al., 2003) y otros que sugieren una ligera ventaja para ERP (McLean, Whittal, Thordarson y Taylor, 2001). Curiosamente, dos estudios (Fals-Stewart et al, 1993; Finerberg, Hughes, Gale & Roberts) que contrastaban el tratamiento activo con un grupo de atención con placebo (es decir, terapia de relajación) encontraron que los factores comunes asociados con la participación grupal daban resultados equivalentes que subrayaban la importancia de prestar atención a la dinámica de grupo. Un metaanálisis reciente (Jonsson y Hougaard, 2008) muestra el apoyo para los protocolos del grupo ERP y CBGT en la producción de grandes mejoras cuando se contrasta con los controles de lista de espera (d = 1.1). Mientras que un estudio encontró una ventaja para el tratamiento que se entrega en un formato individual (McLean, et al., 2001), la evidencia colectiva no admite una diferencia.

En resumen, existe evidencia sólida y contundente de la efectividad de los tratamientos grupales para los trastornos de ansiedad. La mayoría de los estudios han empleado protocolos conductuales o cognitivos conductuales. Sin embargo, la transferencia de estos protocolos a entornos de práctica naturalista parece estar asociada con una reducción en las tasas de mejora. Desafortunadamente, se ha prestado poca atención a las consideraciones de diversidad ya que la mayoría de los estudios provienen de América del Norte y Europa. Finalmente, hay suficiente evidencia para sugerir que los grupos que enfatizan las propiedades dinámicas grupales producen niveles similares de mejora con ciertas poblaciones (Burlingame, et al., 2013), argumentando a favor de una comprensión amplia de los mecanismos de cambio.


Bibliografía

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