Traducción del original de aquí:
https://www.agpa.org/home/practice-resources/evidence-based-practice-in-group-psychotherapy/anxiety-disorders
Tratamiento grupal de los trastornos de ansiedad
• Existe evidencia convincente de que adultos diagnosticados con fobia
social puede tratarse eficazmente con tratamiento cognitivo conductual grupal (CBGT). Además, los pacientes tratados en grupos mejoran al mismo ritmo
que aquellos tratados en terapia individual.
• Hay evidencia prometedora de que los niños y adolescentes que están tratados con CBGT tienen una reducción confiable en la ansiedad social y la
depresión con evidencia limitada de que el tratamiento en un grupo o formato individual producir resultados equivalentes.
• El modelo de grupo dominante para tratar a los pacientes diagnosticados
con pánico el trastorno es CBGT. Mejora en ansiedad general, síntomas de pánico y resultados de depresión junto con la mejora en el funcionamiento general.
• La exposición y prevención de respuesta (ERP) ofrecida en un formato de
grupo se ha demostrado que produce una mejora confiable en los síntomas primarios de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) que se mide con mayor frecuencia por la Escala Obsesiva Compulsiva de Yale-Brown (YBOCS). Más
recientemente, ERP se ha integrado con CBGT con los mejores efectos que se muestran en el YBOCS y reducciones modestas observadas en los síntomas depresivos.
• La investigación sobre los mecanismos de cambio responsables de las mejoras sugieren que un tratamiento más intenso puede producir el mismo beneficio como un tratamiento espaciado (semanal), y que los trastornos
comórbidos pueden reducir la mejora general y que pueden realizarse
grandes mejoras dentro de unas pocas sesiones con algunos pacientes (es decir, ganancias
repentinas).
Ansiedad social
CBGT domina la literatura empírica para la fobia social con el protocolo de
Heimberg y sus colegas (Heimberg y Becker, 2002; Rapee y Heimberg, 1997) se
aplica con mayor frecuencia, seguido por el enfoque de Clark y Wells (1995). Un
metanálisis reciente (Powers, Sigmarsson y Emmelkamp, 2008) demostró
resultados equivalentes para la TCC cuando se entregó en formatos grupales (d =
.68) e individuales (d = .69). La última década ha visto casi 30 nuevos
estudios de resultados que prueban los modelos de CBGT (Burlingame, Strauss
& Joyce, 2013) bajo una variedad de condiciones. Por ejemplo, se observaron
efectos positivos sobre medidas estandarizadas de ansiedad cuando CBGT se
transfirió a un entorno de práctica privada (Gaston, Abbot, Rapee y Neary,
2006) y al tratamiento de pacientes diagnosticados con esquizofrenia (Kinsep,
Nathan y Neary, 2003). Un desarrollo reciente y prometedor es la
aplicación de CBGT a niños y adolescentes que sufren de ansiedad social. Aunque
son pocos, estos estudios sugieren resultados similares a los de la
investigación en adultos cuando se ofrecen grupos en clínicas comunitarias
(Baer y Garland, 2005).También se admite la equivalencia de formatos cuando los
formatos grupales e individuales se contrastan experimentalmente (Liber, et
al., 2008). Es importante señalar que prácticamente en todos los estudios
de CBGT hubo pacientes que no mostraron mejoría, lo que generó la consideración
de modelos alternativos como el enfoque psicodinámico desarrollado por
Kapczinski y sus colegas (véase Cordioli, et al., 2003).
Trastorno de pánico
El modelo CBGT con el mayor apoyo empírico para tratar con éxito el
trastorno de pánico es el protocolo de Barlow y sus colegas (Barlow, Craske,
Cerny y Klosko, 1989), seguido del enfoque de terapia cognitiva de Clarke (1986). Los
cambios más grandes y más duraderos están asociados con pacientes que son
tratados simultáneamente con medicamentos psicotrópicos, típicamente ISRS y
tricíclicos (por ejemplo, Roy-Byrne, Craske y Stein, 2006). Al igual que
con la fobia social, los ensayos clínicos recientes han examinado los cambios
en las tasas de mejoría en el trastorno de pánico cuando el CBGT se transfiere
a entornos de práctica clínica. Por ejemplo, Austin y colegas (2008)
demostraron que el 85% de los pacientes remitidos al grupo de tratamiento por
médicos generalistas aceptaron y participaron en el grupo, un hallazgo que es
bastante prometedor. Sin embargo, las tasas generales de cambio en la
ansiedad en el Inventario de Ansiedad de Beck fueron modestas (d = .37), lo que
sugiere que el cambio en los entornos naturalistas podría ser considerablemente
menor que las tasas de mejoría encontradas en los ensayos clínicos. De
manera relacionada, muchas derivaciones al tratamiento no pueden asumir el
compromiso de sesiones grupales semanales dadas las demandas laborales y
familiares. En consecuencia, un grupo de estudios ha examinado
recientemente si el tratamiento masificado versus el espaciado produce tasas de
mejoría similares. Por ejemplo, Bohni y sus colegas (2009) examinaron el mismo
protocolo de CBGT cuando se entregó en un formato semanal de 13 sesiones en
comparación con un formato de 3 semanas de masa con ambas condiciones que
recibieron 26 horas de tratamiento. Ambos programas fueron bien aceptados sin
diferencias en deserción, adherencia o satisfacción y las tasas de mejoría
fueron equivalentes. El cronograma masivo, sin embargo, condujo a una
recuperación más rápida, lo que sugiere la importancia de considerar la
flexibilidad en la forma en que se entregan los grupos.
Desorden obsesivo compulsivo
La terapia grupal conductual, específicamente, la prevención de exposición
y respuesta (ERP), tiene el mayor respaldo empírico para tratar el trastorno
obsesivo compulsivo. Este tratamiento parece ser bien recibido con tasas
de extracción tan bajas como del 6% (Cordioli et al., 2002) y tasas
relativamente altas de mejoría pre y post en el YBOCS (d = .91-1.74; Fenger,
Mortensene, Rasmussen y Lau , 2007; Cordioli et al., Respectivamente). Desafortunadamente,
las tasas de recaída son relativamente altas para esta población de pacientes
(p. Ej., 35%; Braga, Cordioli, Niederauer y Manfro, 2005) con predictores de
éxito a largo plazo que son la mejoría rápida durante el tratamiento y la
remisión completa por terminación. Al igual que el trastorno de pánico,
existe cierta evidencia de que los protocolos más cortos (7 versus 12 sesiones)
producen resultados equivalentes que argumentan a favor de la flexibilidad en
la forma en que se administra el tratamiento grupal. Más recientemente,
ERP ha sido contrastado experimentalmente con CBGT con algunos estudios que
informan resultados equivalentes (Cordioli et al., 2003) y otros que sugieren
una ligera ventaja para ERP (McLean, Whittal, Thordarson y Taylor, 2001). Curiosamente, dos estudios (Fals-Stewart et al,
1993; Finerberg, Hughes, Gale & Roberts) que contrastaban el tratamiento
activo con un grupo de atención con placebo (es decir, terapia de relajación)
encontraron que los factores comunes asociados con la participación grupal
daban resultados equivalentes que subrayaban la importancia de prestar atención
a la dinámica de grupo. Un metaanálisis reciente (Jonsson y
Hougaard, 2008) muestra el apoyo para los protocolos del grupo ERP y CBGT en la
producción de grandes mejoras cuando se contrasta con los controles de lista de
espera (d = 1.1). Mientras que un estudio encontró una ventaja para el
tratamiento que se entrega en un formato individual (McLean, et al., 2001), la
evidencia colectiva no admite una diferencia.
En resumen, existe evidencia sólida y
contundente de la efectividad de los tratamientos grupales para los trastornos
de ansiedad. La mayoría de los estudios han
empleado protocolos conductuales o cognitivos conductuales. Sin embargo,
la transferencia de estos protocolos a entornos de práctica naturalista parece
estar asociada con una reducción en las tasas de mejora. Desafortunadamente,
se ha prestado poca atención a las consideraciones de diversidad ya que la
mayoría de los estudios provienen de América del Norte y Europa. Finalmente,
hay suficiente evidencia para sugerir que los grupos que enfatizan las
propiedades dinámicas grupales producen niveles similares de mejora con ciertas
poblaciones (Burlingame, et al., 2013), argumentando a favor de una comprensión
amplia de los mecanismos de cambio.
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