sábado, 22 de septiembre de 2018

TRADUCCIÓN DE ESTUDIOS BASADOS EN LA EVIDENCIA DE LAS TERAPIAS DE GRUPO EN PROBLEMAS MEDICOS. AGPA (Ruiz, 2018)


·         


      
     
Fuente original:


Grupos y enfermedad médica

• Cáncer de mama avanzado: no hay evidencia duradera de impacto en la supervivencia, pero si beneficios significativos con respecto a la angustia psicológica; hacer frente a la enfermedad; manejar el dolor de manera más efectiva y controlar el miedo (Spiegel et al., 1989; Goodwin et al., 2001).

• Cáncer de mama en etapa inicial: mejor apoyo social y reducción angustia psicológica pero con una advertencia de que la calidad del liderazgo es importante para no estimular la excitación afectiva más allá de la capacidad de los individuos y el grupo para administrar. Mejora con clasificaciones de estrés y la mejora con el afrontamiento puede reducir la recurrencia de la enfermedad (Antoni et al. al., 2006; Cohen et al., 2007; Classen et al., 2008).

• Síndrome de intestino irritable: los grupos mejoran las puntuaciones de dolor, psicológicas angustia y calidad de vida (Blanchard et al., 2007)

• Dolor crónico: los grupos mejoran el control del dolor, el estado de ánimo y el funcionamiento deterioro (Lamb et al., 2010).

• Síntomas sin explicación médica: 20% de los pacientes que acuden al medico de familia lo hacen con con síntomas médicos inexplicables que causan angustia significativa a los pacientes y la frustración a los proveedores de atención. Enlaces de cuidado colaborativo médicos de familia y especialistas en psicosomática entregaron un breve grupo intervención, de naturaleza integradora, que mostró un impacto significativo con respecto a la reducción de la ansiedad de salud; Trastorno sicologico;reducido visitas de atención médica con beneficios económicos y una mejor salud relacionada calidad de vida (Schaefert et al., 2013).

• Insuficiencia cardíaca: en general, las intervenciones de todos los formatos mejoran la salud calidad de vida relacionada, pero hay un beneficio particular en un humanista, intervención grupal existencial que ha mostrado un impacto significativo post-infarto de miocardio con respecto a la supervivencia significativamente mejorada,resultados médicos y psicológicos (Grady et al., 2014; Orth-Gomer et al.
al., 2009; Roncella et al., 2013).


• VIH: la terapia grupal mejora el funcionamiento psicosocial y el bienestar en hombres con VIH (Roussaud et al, 2007) y en diversos entornos culturales (Molassiotis et al, 2002). Los adultos mayores con VIH demostraron mejoras en la depresión en respuesta al apoyo expresivo y terapia de grupo centrada en afrontamiento entregada por teléfono (Heckman, et al., 2013).

• Los grupos de Internet también son útiles y, como se ilustra de forma asincrónica grupo para adultos sobrevivientes de cánceres pediátricos, empleando un enfoque narrativo también mejoró el apoyo social. Los resultados demostrados fueron reducción de los síntomas de estrés postraumático; ansiedad reducida; y reducido miedo a la recurrencia (Seitz et al., 2014).

• Los grupos de Internet y telepsiquiatría pueden ser particularmente importantes y terapia accesible para aquellos que están físicamente demasiado enfermos para viajar (Applebaum et al., 2012).

La atención médica contemporánea está enfatizando una mayor integración y colaboración entre la atención médica y psicológica, reconociendo la carga bilateral y la posible coexistencia de ambas dimensiones de la enfermedad. La atención clínica a esta interfaz se ha expandido a lo largo de la medicina, basándose en las raíces iniciales de grupos para personas con cáncer y VIH. Esta tendencia ahora incluye el manejo de enfermedades crónicas; dolor; síntomas médicamente inexplicables y enfermedad cardíaca como ilustraciones. Es importante en todo momento reconocer que la enfermedad médica no es homogénea por el diagnóstico. No todos los que sufren una enfermedad médica están psicológicamente angustiados y es más relevante para orientar las intervenciones a aquellos que experimentan niveles más altos de carga psicológica de angustia. También existe una conciencia cada vez mayor de la necesidad de modificar las intervenciones grupales para que sean culturalmente adaptativas y reconozcan las contribuciones etnoculturales únicas a la experiencia de la enfermedad. Los grupos también se utilizan en línea, tanto con intervenciones grupales sincrónicas e interactivas como con grupos asincrónicos que brindan oportunidades para la autoexpresión, el apoyo y la educación.

Es útil conceptualizar las intervenciones grupales como reflejo del modelo tripartito de afrontamiento (Folkman y Greer, 2000). Este modelo enfatiza el valor del afrontamiento basado en las emociones con respecto a la expresividad emocional; apoyo social e integración social. Un segundo componente se centra en el afrontamiento basado en problemas que enfatiza la adquisición de conocimiento y habilidades de afrontamiento estructuradas. Un tercer componente aborda la dimensión del afrontamiento basado en el significado para obtener ayuda en aquellas situaciones en las que la adversidad no puede superarse, sino que debe abordarse como un desafío. Este último dominio enfatiza las dimensiones existenciales y humanísticas y la búsqueda de significado frente a las adversidades serias.

Estas tres dimensiones ganan expresión en una variedad de modelos grupales, reflejados en la terapia grupal expresiva de apoyo, terapia grupal de comportamiento cognitivo, enfoques psicoeducativos y grupos de autogestión. Los enfoques psicológicos profundos y la comprensión psicodinámica se abren camino a través de la terapia grupal expresiva de apoyo y la terapia grupal de comportamiento cognitivo.Una mirada cercana a los manuales que guían estas intervenciones resalta un enfoque integrador en prácticamente todas las instancias. Una orientación e integración metateórica captura la mayoría de los modelos de intervención, reconociendo que los objetivos son ayudar a los pacientes en lugar de adherirse a una singularidad ideológica.

Los grupos pueden ser abiertos para aquellos con enfermedades crónicas y potencialmente mortales o, más típicamente, tienen una duración limitada entre 8 a 26 sesiones para personas con etapas tempranas de la enfermedad. El grupo se usa generalmente como una configuración en lugar de como un agente de cambio. La retroalimentación se centra en la enfermedad y el afrontamiento, más que en el funcionamiento interpersonal o relacional. A lo largo de, los objetivos en el tratamiento son mejorar las dimensiones físicas y psicosociales de la enfermedad. Las dimensiones psicosociales incluyen la calidad de vida relacionada con la salud, la depresión, la ansiedad, los síntomas de estrés traumático y los niveles generales de angustia. La calidad de vida es complicada y, a menudo, difícil de medir (Sherman et al., 2010).

Los esfuerzos para comprender cómo los grupos logran su efectividad siguen siendo un tanto esquivos, pero se pueden entender económicamente como la mejora de la autoeficacia y la capacidad del individuo para enfrentar la adversidad de manera constructiva y activa (Bandura, 1982). Esto implica reunir recursos externos e internos para enfrentar los desafíos de maneras que mejoren el sentido de efectividad personal del individuo en su propia vida, que a menudo es desafiado por una enfermedad grave y amenazas mortales. Los beneficios económicos también son un componente asociado del resultado con una mejor utilización de la atención médica y un uso más apropiado de la atención médica.

Mejorar el cumplimiento con cursos específicos de tratamiento también puede ser uno de los mediadores que rigen la efectividad de las intervenciones grupales para enfermedades médicas (Dinkel et al., 2012).

Como es cierto en todas las terapias grupales, la calidad de la experiencia grupal se verá afectada por la cohesión grupal y la habilidad y efectividad del liderazgo del grupo (Kissane et al., 2007)

Bibliografía:

Antoni, M., Wimberly, S., Lechner, S., et al. (2006). Reduction cancer-specific thought intrusions and anxiety symptoms with a stress management intervention among women undergoing treatment for breast cancer. The American Journal of Psychiatry, 163, 1791-1797.

Applebaum, A.J., Lichenthal, W.G., Pessin, H.A., et al. (2012). Factors associated with attrition from a randomized controlled trial of meaning-centered group psychotherapy for patients with advanced cancer. Psycho-Oncology, 21, 1195-204.

Bandura, A. The assessment and predictive generality of self-percepts of efficacy. (1982). Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry, 13, 195-199.

Blanchard, E.B., Lackner, J.M., Sanders, K. et al. (2007). A controlled evaluation of group cognitive therapy in the treatment of irritable bowel syndrome. Behaviour Research and Therapy, 45, 633-648.

Classen, C.C., Cavanaugh, C.E., Kraemer, H.C, et al. (2008). Supportive-expressive group therapy for primary breast cancer patients: A randomized prospective multicenter trial. Psycho-Oncology, 17, 438-447.

Cohen, M., & Fried, G. (2007). Comparing relaxation training and cognitive-behavioral group therapy for women with breast cancer. Research on Social Work Practice, 17, 313-323.

Dinkel, A., Herschbach, P., Berg, P., et al. (2012). Determinants of long-term response to group therapy for dysfunctional fear of progression in chronic diseases. Behavioral Medicine, 38, 1-5.

Folkman, S., & Greer, S. (2000) Promoting Psychological Well-Being in the Face of Serious Illness: When Theory, Research and Practice Inform Each Other. Psycho-Oncology, 9, 11-19.

Goodwin, P., Leszcz, M., Ennis, M. et al. (2001). The effect of group psychosocial support on survival in metastatic breast cancer. New England Journal of Medicine, 345, 1719-1726.

Grady, K. de Leon, C.F., Kozak, A.T., et al. (2014). Does self-management counseling in patients with heart failure improve quality of life? Findings from the Heart Failure Adherence and Retention Trial (HART). Quality of Life Research, 23, 31-38.

Heckman, T.G., Heckman, B.D., Anderson, T., et al. (2013). Supportive-expressive and coping group teletherapies for HIV-infected older adults: a randomized clinical trial. AIDS Behav, 17, 3034-44.
Kissane, D., Grabsch, B., Clarke, D., et al. (2007). Supportive-expressive group therapy for women with metastatic breast cancer. Psycho-Oncology, 16, 277-86.

Lamb, S.E., Hansen, Z., Lall, R., et al. (2010). Group cognitive behavioural treatment for low-back pain in primary care. The Lancet, 375, 916-923.

Molassiotis, A., Callaghan, P., Twinn, S., et al. (2002). A pilot study of the effects of cognitive-behavioral group therapy and peer support/counseling in decreasing psychologic distress and improving quality of life in Chinese patients with symptomatic HIV disease. AIDS Patient Care & Stds, 16, 83-96.

Orth-Gomer, K., Schneiderman, N., Wang, H.X., et al. (2009). Stress reduction prolongs life in women with coronary disease: the Stockholm Women’s Intervention Trial for Coronary Heart Disease (SWITCHD). Circulation, Cardiovascular Quality & Outcomes, 2, 25-32.

Roncella, A., Pristipino, C., Cianfrocca, C., et al. (2013). One-year results of the randomized, controlled, short-term psychotherapy in acute myocardial infarction (STEP-IN-AMI) trial. International Journal of Cardiology, 170, 132-139.

Rousaud, A., Blanch, J., Hautzinger, M., et al. (2007). Improvement of psychosocial adjustment to HIV-1 infection through a cognitive-behavioral oriented group psychotherapy program: a pilot study. AIDS Patient Care & Stds, 21, 212-22.

Schaefert, R., Kaufmann, C., Wild, B., et al. (2013). Specific Group Intervention for Patients with Medically Unexplained Symptoms in General Practice: A Cluster Randomized Controlled Trial. Psychotherapy and Psychosomatics, 82, 106-119.

Seitz, D.C., Knaevelsrud, C., Duran, G., et al. (2014). Efficacy of an internet-based cognitive-behavioral intervention for long-term survivors of pediatric cancer: a pilot study. Supportive Care in Cancer, 22, 2075-2083.

Sherman, K.A., Heard, G., & Cavanagh, K.L. (2010). Psychological effects and mediators of a group multi-component program for breast cancer survivors. Journal of Behavioral Medicine, 33, 378-391.

Spiegel, D., Kraemer, H.C., Bloom, J.R., et al. (1989). Effect of psychosocial treatment on survival of patients with metastatic breast cancer. The Lancet, 2, 888-891


No hay comentarios:

Publicar un comentario